De pie Nayarit ante fuerza de Lidia

La estrategia de prevención y las acciones oportunas del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero minimizaron los daños que el huracán Lidia dejó al tocar las costas nayaritas

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Con información de Pablo Hernández y Diego Mendoza

La tragedia regresó al Pacífico mexicano. El huracán categoría 4 Lidia tocó tierra en las costas de Jalisco, provocando la muerte de una persona en las carreteras de Bahía de Banderas, el paraíso turístico del estado de Nayarit.

Fue durante la madrugada del 3 de octubre cuando en las entrañas del Océano Pacífico vieron el nacimiento de un nuevo ciclón. En punto de las 03:00 horas, el Servicio Meteorológico Nacional identificó una tormenta tropical a más de 800 kilómetros de las costas de Michoacán y Colima, la cual decidió bautizar como Lidia.

Las alertas se encendieron. El paso lento pero firme de esta tormenta colocó al noroeste como objetivo, convirtiéndose en un fenómeno meteorológico de interés para las entidades de Sinaloa, Nayarit y Jalisco. La preocupación no era en vano, de pronto lo que era tormenta tropical comenzó a tomar gran fuerza, pronosticándose su evolución a huracán categoría 2 o superior.

La experiencia del Gobierno del Estado de Nayarit obligó a tomar decisiones rápidas. Desde el domingo, el gobernador Miguel Ángel Navarro ordenó la suspensión de clases ante la amenaza que representaba el posible huracán. Además de instalarse en sesión permanente el Consejo Estatal de Protección Civil.

La razón fue que Lidia dejó de ser una tormenta de interés y pronto se convirtió en huracán categoría 1 que amenazaba con impactar las costas de Nayarit este martes. Desde temprana hora, personal del gobierno del estado comenzó a movilizarse en distintas áreas. Se anunció la suspensión de labores mismas que continuarán hasta nuevo aviso, además la implementación de operativos por parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Mientras tanto, la Universidad Autónoma de Nayarit realizó la evacuación de algunas unidades académicas en riesgo, además de que habilitó albergues en algunas de sus instalaciones en los distintos municipios del estado. Santiago Ixcuintla, Tecuala, Compostela, Bahía de Banderas, San Blas y Tepic trabajaban en lo propio para evitar estragos posibles.

No obstante, la errante trayectoria de Lidia dio un giro inesperado. A las tres de la tarde se informó que el ciclón intensificó su destructiva fuerza y se convirtió en huracán categoría 4, momento en que su trayectoria se dirigía hacia las costas de Jalisco y el sur de Nayarit.

Esto provocó una mayor movilización en el municipio de Bahía de Banderas, así como en los municipios de Ahuacatlán, Compostela, Santa María del Oro, San Pedro Lagunillas, Ixtlán del Río, Xalisco, Jala y La Yesca.

Finalmente, la trayectoria tomaría mayor peso hacia el sur, llevando a Lidia a tocar tierra a las cinco de la tarde en la localidad de Las Peñitas, en el municipio de Tomatlán, en el estado de Jalisco, para el cual se pronosticaron intensas lluvias.

Sin embargo, en Nayarit, más que agua se pronosticaron fuertes rachas de viento, que llegaron a superar los 200 kilómetros por hora en un inicio. Estos intensos soplidos anticiparon una melodía fúnebre en la entidad. Sobre la carretera de Punta de Mita un árbol fue derribado por las rachas y cayó sobre un vehículo que circulaba por el lugar. El conductor perdió la vida, prensado entre el árbol y su vehículo, mientras su acompañante fue trasladada de emergencia. Ellos fueron las primeras víctimas de este huracán.

Asimismo, las rachas de viento generaron estragos en el suministro eléctrico. Principalmente en la zona alta de Bahía de Banderas en los que se reportaron varios cortes de luz que ya eran atendidos por la Comisión Federal de Electricidad, cuyo personal también atendió reportes en San Blas, Compostela, Santiago Ixcuintla, Tecuala, Acaponeta, Rosamorada y Huajicori.

Además, el gobierno del estado mantiene estricta vigilancia en el tema sanitario. Buscan evitar lo mayor posible enfermedades hídricas y transmisibles por vector, como el caso del dengue, que suelen proliferar tras el paso del huracán. También mantienen más de 6 mil despensas disponibles para aquellas personas que así lo requieran.

Mientras tanto, en municipios como Amatlán de Cañas, Compostela, Santiago Ixcuintla, y Santa María del Oro, el Ejército Mexicano continuaba con labores de evacuación, la prevención volvió a ser un tema crucial ante este embate climático.

Al cierre de esta edición, el Consejo Estatal de Protección Civil confirmó que el huracán Lidia continuaba su trayectoria por el sur de Nayarit y norte de Jalisco, degradándose a categoría 2. Permaneciendo la alerta roja en los municipios de Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Compostela, Ixtlán del Río, Jala, Xalisco, Ruiz, San Pedro Lagunillas, Santa María del Oro, Tepic, y Bahía de Banderas; alerta naranja en Del Nayar, Rosamorada, San Blas, Santiago, La Yesca, y Tuxpan; mientras que Acaponeta, Huajicori y Tecuala se encuentran en alerta amarilla.

La situación se reporta como manejable, sin embargo, se advierte que esta calma tras la tormenta sólo puede ser momentánea. Expertos alertan que los niveles de los ríos continúan subiendo, incluso el del Mololoa, que cruza la capital nayarita, por lo que mantienen estricta vigilancia sobre los caudales, que podrían convertirse en una nueva amenaza.

Por lo tanto, las clases en todos los niveles educativos y las actividades no esenciales por parte del gobierno se mantendrán suspendidas hasta nuevo aviso, para que las y los trabajadores cuiden a sus seres queridos. La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Protección Civil, Bomberos, Secretaría de Salud, Secretaría de Movilidad y otras áreas prioritarias, se mantendrán al pendiente de las emergencias que se puedan presentar durante las próximas horas.

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