Ayer escuché a la señora SANDRA ESQUIVEL, dueña del refugio canino llamado “pulguitas”, quien lamentaba la poca sensibilidad de la población para ayudar a...
¡Válgame Dios, chato! Uno se levanta, se toma su cafecito, lee las noticias y nomás no gana para sustos. Cuando uno cree que ya lo vio todo, ¡zaz!, que sale otro...