El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador instruyó a las Fuerza Aérea Mexicana a realizar un vuelo especial a Rumania con la finalidad de repatriar a aquellos connacionales que fueron evacuados de Ucrania ante la ofensiva militar de Rusia.
“El Presidente López Obrador ha dispuestos que se realice un vuelo especial de la Fuerza Aérea Mexicana a Rumania para transportar a las familias que estamos evacuando de Ucrania y desean ser repatriadas a nuestro país. Agradezco el apoyo del Secretario Luis Cresencio Sandoval”, destacó el canciller Marcelo Ebrard al dar a conocer a la noticia.
De acuerdo con el embajador de México en Rumania, Guillermo Ordorica han arribado al país los primeros 22 mexicanos a través del protocolo de protección organizado en combinación con Olga García Guillén, embajadora de Ucrania quien reportó al menos 50 solicitudes de evacuación de ciudades como Kiev y Odesa, de los 225 mexicanos que se tienen registrados en el país.
Cabe destacar que por la mañana la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que la embajadora García Guillén no tuvo el permiso para acceder a la sede diplomática de México en Ucrania debido a que se registró una explosión en un edificio contiguo.
Mientras tanto, en la Organización de la Naciones Unidas, el representante de México Juan Ramón de la Fuente condenó a nombre del país “los actos de agresión perpetrados por la Federación Rusa en contra de Ucrania”, a la vez que llamó a ambas naciones al cese inmediato de hostilidades; así mismo dejó en claro que las acciones rusas representan una violación a la carta de la ONU.
“La política exterior de México es pacifista. Desde que se fundó la ONU, mi país defenderá la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales”, sentenció De la Fuente.
Hasta el momento, la “operación militar especial” que ordenó el Presidente de Rusia, Vladimir Putin en Ucrania ha dejado por lo menos 57 muertos y 169 heridos, según el gobierno de Kiev; mientras naciones de occidente condenan la ofensiva rusa a través de sanciones no solo contra la nación, sino también contra el presidente Putin y el canciller Serguéi Lavrov, a las que la diplomacia rusa advierte que se está llegando a un punto sin retorno.