Vivir en pareja no es tarea fácil, definitivamente no lo es. Las relaciones agobian, hay infinidad de problemas que terminan por romper el lazo que alguna vez unió el amor. La adversidad se supera cuando precisamente el amor es sólido, a prueba de todo.
Hipólito y María casaron hace 28 años y fruto de su matrimonio procrearon ocho hijos. Él es originario del puerto de San Blas y ella nació en el estado de Hidalgo.
En la Plaza Principal de Tepic ahí están sentados, platican, sonríen y se abrazan. Nos acercarnos a ellos y al preguntarles cuál era su secreto para mantener vivo el amor entre ambos, el señor Hipólito Mejía Esquivel, de 62 años, de manera inmediata responde: “el respeto, pero lo más importante es que nos amamos, en nosotros hay mucho amor, nos amamos y el amor genera en nosotros respeto y eso nos motiva a cuidarnos uno al otro, porque cuando no hay respeto no hay amor, y si no hay amor no hay nada, el amor es eterno, el amor es para toda la vida, cuando solamente es pasión se acaba y los dos integrantes de esa relación terminan odiándose, pero en nuestro caso, desde el primer momento en que nos conocimos hubo y hay mucho amor”, aseveró con emoción marcada, don Hipólito.
Dice que él, como caballero sabe entender a su esposa: “porque de repente en esta vida el hombre o la mujer anda como que el sol le hace daño y le duele mucho la cabeza, y es ahí cuando uno de los dos debe de ser prudente, sin ofender, tratando siempre de cuidar a su pareja, cuidarla y protegerla en la salud física, mental y espiritual”.
Por su parte, la señora María Estela Gutiérrez, explicó que ella como esposa, siempre ha mantenido una exagerada comunicación con su marido y con sus hijos: “porque todos somos un equipo, todos somos responsables de lo que suceda al interior de nuestro hogar, pero es importante también que ante los hijos, él y yo como esposos nos demostremos respeto, para que los hijos poco a poco aprendan a dialogar, aprendan a llegar a buenos acuerdos, siempre pensando en el bienestar de todos los integrantes de la familia, porque en una familia el diálogo es fundamental, pero sin rebasar la línea del respeto, porque como padres de familia educamos a los hijos con el ejemplo y si al interior de nuestro hogar nos tratamos con amor, con respeto y tolerancia eso cosecharemos, amor tolerancia y respeto”, ratificó la señora María Estela Gutiérrez.