Volantín | Salida del T-MEC traería inconmensurables pérdidas

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Por Salvador Cosío Gaona

Aunque las proyecciones apuntan a que la crisis que viene para nuestro país, no será en este año, la mayoría de los analistas anticipan que el capítulo negro en la economía nacional podría ocurrir a mediados de 2023, pues advierten hay nubes negras, que se están reuniendo, tanto en el plano externo como interno, que pueden derivar en una tormenta económica para la que México no está preparado”.

 Lo anterior por ejemplo, lo ha dicho Marco A. Mares, especialista en negocios de El Economista, quien además refiere que a la elevada inflación y una probable recesión, habría que agregar la potencial descomposición del vehículo generador de estabilidad económica, desde hace 28 años: el acuerdo comercial México, Estados Unidos y Canadá, antes TLCAN y ahora T-MEC.

 “Es una pieza que en los últimos días ha tomado relevancia en el complicado terreno económico nacional, a partir de la solicitud de consultas técnicas, por parte de EU y Canadá, en torno a las políticas en materia de energía del gobierno mexicano.

La preocupación se ha elevado frente a la reacción del Presidente Andrés Manuel López Obrador que respondió con una canción de Chico Che y sus posteriores desplantes nacionalistas.

Las consecuencias de un enfrentamiento de México con sus dos principales socios comerciales, serían inconmensurables en términos económicos. En el plano interno, las consistentes y crecientes faltas al Estado de Derecho por parte del gobierno mexicano, están mermando la credibilidad y confianza de los inversionistas.

 El empecinamiento por inaugurar las obras insignia se ha convertido en un desconocimiento y violación constante del marco legal.

Y todo ocurre justo cuando el fantasma de la recesión ronda el planeta. La creciente inflación mundial y el fracaso que se ha tenido hasta ahora en su control, los conflictos geopolíticos y la reconfiguración internacional de las cadenas productivas y de suministro son parte de la avenida que conducirá a la economía mundial a una zona turbulenta”, sostuvo.

 Por lo pronto, se ha proyectado que la recesión llegará a México en 2023 con su PIB cayendo por tres trimestres consecutivos, de manera que la economía mexicana podría enfrentar una grave crisis que se extendería por al menos nueve meses, es decir hasta el año 2024, advirtió la calificadora de riesgo Moody’s.

 De acuerdo con el simulador “La próxima recesión global” de la calificadora, este negativo panorama surge ante una combinación de eventos muy desfavorables; específicamente el desequilibrio que enfrenta la economía vecina de los Estados Unidos.

 Las previsiones de la entidad arrojan que la economía mexicana tendrá un crecimiento de 1.8% en 2022 y que en 2023, la contracción será de 1.7%.

“La economía mexicana enfrenta una combinación de eventos desfavorables: persistencia de choques de oferta en la economía global, altos precios de las materias primas, y debilitamiento de la demanda interna ante la necesidad de una mayor restricción monetaria para abatir la alta inflación”, destaca el reporte elaborado por Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.

 El analista señala que con una elevada inflación, el Banco de México (Banxico) se ve en la necesidad de “apretar” la política monetaria y llevar la tasa a terreno restrictivo. Las encuestas a analistas señalan que la tasa de referencia podría terminar en niveles históricos de 9.5%.

 El hecho de que Banxico eleve su tasa hasta ese nivel tendrá como consecuencia una demanda deprimida que debilitará el comportamiento de la economía.

 México saldrá de la recesión en el primer trimestre del 2024, informó Moody’s, al igual que la economía estadounidense y la recuperación de la economía y el regreso de la inflación a la meta del banco central ocurrirá hasta el 2025.

 Ahora bien, en muchas ocasiones podemos percibir que nuestra economía enfrenta un desequilibrio o que sencillamente no muestra progreso alguno, ni siquiera de estabilidad. Aquí surge una gran duda: ¿cuál es la diferencia entre crisis y recesión? 

Básicamente la economía estudia los ciclos que atraviesa un país como la recesión, la recuperación y la expansión. 

 La variación negativa del indicador del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos periodos trimestrales consecutivos, formula un decrecimiento. Este es un proceso que disminuye el ritmo de la economía, posicionando el panorama en una recesión. 

 Las causas de una recesión se vinculan a la variación del índice de inflación, es decir el descontrol de precios que restringe el poder adquisitivo. Este no necesariamente es permanente, pero tampoco se puede conocer el periodo exacto que durará. 

 Cabe mencionar que una recesión económica se origina con la restricción de la liquidez, es decir la circulación de dinero, según el estudio de la teoría económica de John Maynard Keynes, uno de los más influyentes economistas del siglo XX. 

 En diferencia, una crisis económica es un periodo de inestabilidad que desata graves consecuencias en la economía y lo peor es que durante un tiempo extenso. 

Aquí sin duda se restringe el poder adquisitivo de manera nula, debido a que la productividad y el consumo se impactan en la mayoría de sus agentes económicos. 

 En el sentido de una burbuja económica, una crisis económica sacude la estabilidad financiera en las inversiones y el mercado cambiario, en la microeconomía afecta a la estabilidad adquisitiva, generando una depresión en el progreso y avance de la economía. 

 Básicamente los periodos de ‘crisis’ o ‘recesión’ económica intentan ser controlados a través de políticas económicas de estabilidad.

 El asunto es que los bolsillo de las familias mexicanas enfrentan un grave descontrol de precios, a tal grado que al cierre de la primera quincena de julio del 2022 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se elevó 0.43%, respecto al periodo anterior. Esto coloca la inflación en un nivel del 8.16% interanual. 

El objetivo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es medir el nivel de precios y analizar la estabilidad en el poder adquisitivo, pero lamentablemente la inflación se mantiene fuera del nivel objetivo y esto impacta en la economía de las familias mexicanas ante el descontrol de precios. 

Esto no es nada favorable para la economía, incluso ya rebasó el nivel máximo de 8.11% registrado en enero del 2001 (es decir hace más de 21 años) en la comparación quincenal, algo mucho peor a lo que advirtió Jonathan Heath.

En dicho período, el índice de precios subyacente registro un incremento del 0.34 por ciento quincenal, en un nivel anual del 7.56 por ciento. Mientras que el índice de precios no subyacente subió 0.68 por ciento quincenal y en un nivel anual del 9.96 por ciento.

 Entre los precios con mayor nivel al alza destaca el huevo, la papa, la cebolla, la naranja, la electricidad, entre otros. 

Y en los precios a la baja se coloca el aguacate, el pollo, la uva, la calabacita, el chile poblano, entre otros. Sin embargo, la situación es complicada ya que para algunos mexicanos el dinero ya no alcanza para comer pollo.

 Lo más desafortunado, como ya se dijo, es que los mexicanos podrían enfrentar el descontrol inflacionario hasta el 2024. 

Opinion.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1 

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