Por José Luis Olimón Nolasco
No resistiendo la tentación de iniciar el título de estas ”palabras” con un término culinario que se corresponde bien con lo que será su contenido, me dispongo a “probar” algunos de los platillos ―futbolísticos y tenísticos, nacionales e internacionales― que nos ofrecieron los deportes la semana pasada –considerando el domingo no como inicio, sino como culmen de los días de la semana―.
Pues bien, dentro de los platillos futbolísticos de la cocina nacional, hubo dos encuentros que, a pesar del hecho que ninguno de los cuatro clubes implicados en ellos ha tenido un buen inicio de temporada [en parte por los compromisos internacionales que tuvieron que cumplir], fueron sin duda ―y con una buena dosis de morbo― los que más llamaron la atención: el clásico capitalino entre los Neo-cremas del América y los Pumas de la UNAM y el de la Perla de Occidente, entre los Zorros del Atlas y las Chivas Rayadas del Guadalajara, dos partidos disputados uno tras otro, accesibles a través de la denominada televisión abierta [algo cada vez menos frecuente].
En el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, los Pumas fueron ampliamente superados por las Águilas, no solo en el marcador [3-0] sino en el desarrollo del encuentro en el que se hizo notar el contraste entre un equipo que, tras un inicio incierto, empieza a funcionar y a hacer renacer las esperanzas en sus aficionados y otro que, por un lado, ha hecho renacer el entusiasmo en su tradicionalmente joven afición y que, por otro, va sembrando dudas acerca de lo que podrá ofrecer en este torneo en el que se esperaban buenos resultados como producto de las contrataciones que, haciendo un esfuerzo financiero impensable hace algunas temporadas, hizo en vistas al torneo Apertura 2022 y que habría alcanzado su culmen con la contratación de Dani Alves, cuya incorporación parece haber coincidido con un retroceso en el desempeño del equipo más que con un avance, algo que encuentra cierta explicación en el hecho que con las incorporaciones de Del Prete, Salvio y el propio Alves, ha perdido juventud, dinámica, velocidad y marca en defensa…
En el estadio Akron, a su vez, se llevó a cabo el clásico tapatío que finalizó con un empate conseguido por el conjunto local tras un esfuerzo notable realizado en los últimos minutos en los que, incluso, tuvieron oportunidades de triunfo. La oncena rojinegra, a pesar de haber jugado con diez elementos desde el minuto 9, pudo adelantarse en el marcador e incluso tuvo oportunidades para aumentarlo. Eso sí, las intervenciones del arquero atlista ―y alguna del portero nayarita de las chivas― impidieron que el marcador fuera más allá del 1-1.
Los platillos internacionales comenzaron a media semana con el Juego de Estrellas entre la MLS y la Liga MX, en un encuentro que, junto con la competencia previa de habilidades, despertó mucho interés y que ofreció algo más que lo que suelen ofrecer los “All Stars Games”, es decir, algo más que una simple exhibición sin mayor competencia, tal vez porque la rivalidad entre ambas ligas se ha ido fortaleciendo, a partir de que los equipos de la MLS y la selección de los Estados Unidos ha ido consiguiendo vencer a los equipos mexicanos y a propia selección. Por lo pronto, habrá que sumarle una victoria más a la MLS: la del Juego de Estrellas 2022, en encuentro en el que quedó clara la globalización de ambas ligas y en el que, paradójicamente, la oncena de la MLS inició con tres jugadores mexicanos y la de la MX solamente con uno…
Con tiempos adelantados por la peculiaridad de los torneos de este ciclo 2022-2023 debida al Mundial de Catar, han iniciado ya —en pleno verano— las ligas europeas ―esas que se consideran las mejores del mundo―, e inician, en algunos casos, con equipos que, solo que algo extraño suceda, se alzarán con el campeonato de sus respectivas ligas. Así, el Bayer Múnich en Alemania y el PSG en la Ligue 1. En otras ligas, se pueden encontrar varios candidatos naturales: en Inglaterra, Manchester City y Liverpool; en Italia, Milán, Inter y la Juve; en España, el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid. Personalmente, me gustaría que ganaran el Liverpool, el Real Madrid y el Milán [ese equipo que fue, en mi infancia y mi juventud, mi equipo favorito de la Serie A. Sin embargo, desde una perspectiva más objetiva, creo que el City, el Barcelona y la Juve tienen tantas [o más] posibilidades de ganar sus ligas…
Antes de dejar los platillos futbolísticos, una probadita del Mundial Femenil Sub-20 en el que la oncena mexicana ha conseguido dos empates ―contra Nueva Zelanda 1-1 y contra Colombia 0-0― y que, todavía con posibilidades de clasificar a la siguiente ronda, se enfrenta a la selección alemana el martes próximo.
Los platillos tenísticos de esta semana ―masculinos y femeninos― fueron importados desde Canadá: los femeninos ―con sabores ingleses― desde Toronto; los masculinos ―con sabores franceses― desde Montreal, en torneos de preparación para el cuarto y último “Gran Slam” del presente año: el Abierto de los Estados Unidos.
En el torneo de Toronto, participaron la gran mayoría de las tenistas mejor clasificadas y, sin embargo, la ganadora resultó ser la rumana Simona Halep preclasificada en el lugar 15, venciendo a la brasileña Beatriz Haddad Maia quien no estaba entre las principales jugadoras preclasificadas. En el camino quedaron Serena Williams —quien anunció su retiro en el Abierto de los Estados Unidos que se realizará a finales de este mes— y la polaca Iga Swiatek, quien, a pesar haber perdido tres de sus seis partidos más recientes —después de obtener 37 victorias consecutivas— se mantiene a la cabeza de la clasificación de la WTA.
En el torneo de Montreal estuvieron ausentes Alexander Zverev, Rafael Nadal y Novak Djokovic y los principales clasificados —Daniil Medvedev [1] y Carlos Alcaraz [2]— fueron incapaces de llegar siquiera a la ronda de octavos de final [R16]. De hecho, la final fue disputada entre el polaco Hubert Hurkacz, preclasificado como número 8 y el español Pablo Carreño Busta, quien conquistó su primer “Masters 1000”, sin haber sido considerado entre los 16 primeros preclasificados.