En las calles de Puerto Vallarta se colgaron pendones en los que se le daba la bienvenida a Isabel II y su esposo el príncipe Felipe de Edimburgo, incluso había imágenes con la foto de ambos, mientras el ambiente era festivo.
La soberana arribó en el yate real Britannia, donde ofreció una cena a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
En aquel entonces, fue recibida por el presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado, así como por el Gobernador Flavio Romero de Velasco, el entonces presidente municipal Jorge Lepe y el canciller Bernardo Sepúlveda. A la cena también se invitó al empresario vallartense, Salvador Solórzano y a su esposa Ofelia Vargas.
Ellos la llevaron a conocer el asilo de ancianos en El Coapinole, en la delegación de El Pitillal, en donde la Reina estuvo contenta por el recibimiento.
Como parte de su visita, el presidente vallartense le entregó las llaves de la ciudad a la Reina Isabel, sin embargo el protocolo establecía que las recibiría estando sentada, sin embargo durante su entrega, el alcalde le pidió que se pusiera de pie y así lo hizo.
Asombrada por el diseño Isabel expresó: “Qué bonitas (las llaves), deberían de venir de un arquitecto para ser tan hermosas”.
La Reina Isabel II previamente había estado en el país en 1975, durante la gestión del Presidente, Luis Echeverría Álvarez.
