La señora Zoila Flor Mejía Pinto tiene 33 años de edad, es originaria de El Venado, municipio de Ruiz, madre soltera y hace aproximadamente seis meses le detectaron cáncer de mama; desde entonces su vida cambió.
Sin embargo, después de recibir varias sesiones de quimioterapia en las instalaciones del Centro Estatal de Cancerología de Nayarit, la señora Zoila logró vencer al cáncer de mama y dijo estar ilusionada con ver crecer a su hija de apenas 10 años de edad: “Decirle a mi hija que la quiero mucho y que por ella y toda mi familia no me voy a dar por vencida, tenemos que luchar, tenemos que salir adelante, el cáncer de mama no nos va a vencer, no nos va a derrotar”.
Explicó que ella nunca presentó síntomas: “Solamente detecté un bulto en mi pecho del lado derecho, pero hasta ahorita vamos bien, al parecer el cáncer ya desapareció y lo más importante es que tenemos ganas de vivir”.
Por su parte, la señora Adriana Jiménez de 54 años de edad, quien se encontraba sentada afuera del Centro Estatal de Cancerología del estado dijo que hace un año le detectaron cáncer de mama y después del tratamiento su recuperación física y psicológica ha sido muy lenta.
Destacó, que el apoyo que ha recibido por parte de sus seres queridos ha sido fundamental para seguir adelante, además que las palabras de aliento que sus hijos, amigos, familiares y compañeros de la congregación la motivan.
Indicó que recientemente la hicieron abuela y el bebé la impulsa a mantener encendida la esperanza de vida. Narró que cuando le revelaron que padecía cáncer de mama todo su mundo se vino abajo, porque ella nunca se sintió enferma: “Pero ahora tengo motivos para vivir, tengo motivos para seguir viva, tengo por quién vivir y sentir el cariño y el amor de nuestros seres queridos es fortaleza para mi alma y para mi espíritu y mientras Dios nos dé la vida no tenemos por qué echarnos para atrás, hay que seguir con fe, de frente y siempre para adelante”.
Enseguida, la señora Adriana Jiménez envió un mensaje de agradecimiento a sus compañeros de la congregación de la Iglesia, a todos sus familiares, lo mismo al personal médico y a las autoridades estatales que la han atendido desde el primer momento en que le detectaron cáncer de mama: “Es necesario que se formen grupos de autoayuda con personal especializado para que nos asesoren después de que nos notifican que tenemos cáncer de mama, estas acciones son muy necesarias para todas nosotras porque lo que les sirve a unas no le sirve a otras y es necesario que a través de terapias de autoayuda nos orienten y nos transmitan una esperanza de vida pero sin miedo y sin temor a lo desconocido”.
