Después de naufragar durante cuatro días, finalmente tres pescadores han regresado a su hogar, donde su familia los esperaba con los brazos abiertos. Desde la mañana del lunes 19 de septiembre, los rostros de Sergio Emmanuel y Ramiro inundaron las redes sociales, con mensajes que pedían apoyo para localizarlos.

La noche anterior, los tres pescadores se embarcaron cobijados tan solo por la luna y su luz hacia el monstruoso mar, con el simple objetivo que tienen miles de personas que se dedican a esta actividad: recoger la mayor producción para llevar un plato a la mesa, sobre todo ante las fiestas navideñas que ya se respiran a lo largo de la entidad.

Sin contacto y sin entregar mayor información que haber zarpado en una embarcación pequeña, los tres pescadores de 42, 26 y 23 años de edad fueron traicionados, no por el oleaje, ni por la luna, sino por la propia embarcación que presentó una falla en su bomba que no les permitió retornar hacia la tierra donde los esperaban.
Sin fuerza mecánica o humana que pudiera regresarlos a su hogar, se encomendaron a la misericordia del mar, que siempre les habría dado vida a través de sus frutos.

Para fortuna de los pescadores, el oleaje y las rutas marítimas se convirtieron en cómplices de su travesía, llevándolos hacia las ricas tierras de Punta Nayarit en Bahía de Banderas, lugar donde a una altura de 50 millas náuticas una embarcación turística los localizó y los remolcó hacia la orilla.
La desventura se habría convertido en anécdota que era contada al personal de Protección Ciudadana y Bomberos quienes mientras escuchaban la versión de los pescadores, confirmaron que se encontraban en buen estado de salud y sin ningún cuadro de deshidratación.

Finalmente se hicieron los llamados, para acabar con la angustia de las familias, así como para que el dueño de la embarcación recogiera a sus trabajadores quienes después de sobrevivir al mar agradecerán por vivir una nueva fiesta navideña.
