Mujeres integrantes del Colectivo de Familias Unidas por Nayarit (COFAUNNAY) continúan con la búsqueda de sus seres queridos quienes desde hace por lo menos ocho años fueron levantados por presuntos integrantes del crimen organizado.
Las madres de familia explicaron que sus seres queridos en diferentes fechas, entre los años 2010 y 2017, en diversos puntos de la capital del estado sus seres queridos fueron levantados por hombres armados y desde entonces viven días y noches de angustia, desesperación, coraje e impotencia.
Aseguran que sus hijos eran seres humanos que servían a la sociedad y descartan la posibilidad que los ahora desaparecidos se hayan dedicado a actividades ilícitas.
La señora María Guadalupe Núñez comentó que a su hijo lo levantaron cuando se encontraba cerca de las instalaciones de una llantera que se localiza a la salida a Miramar: “mi hijo tenía 47 años, él trabajaba en una escuela transportando niños, mi hijo se llama Efraín Hernández Núñez”.
Por su parte la señora Mireya Ruiz comentó que su hijo de nombre Martín Ortiz, era taxista: “pero un día mientras trabajaba en el taxi lo levantaron, mi hijo desapareció, se llevaron y no sabemos nada de él, el carro en donde él trabajaba sí apareció pero él no, mi hijo ha vuelto a casa”.
En este mismo contexto la señora María de los Ángeles Montoya Casas explicó que desde hace tres años busca a su hijo de nombre Edgar Daniel Ceja Montoya de 31 años de edad, refirió que a su hijo se lo llevaron cuando el joven se encontraba en la colonia Los Llanitos: “él trabajaba en un taller mecánico donde arreglaban motos, nunca me hablaron para pedirme rescate, nunca me pidieron nada, no me pidieron rescate, solo se llevaron y no sabemos nada de él, cuando se lo llevaron mi hijo tenía 31 años de edad”.
Finalmente la señora Isabel Coronado Ceniceros dio a conocer que busca a su hijo de nombre José Manuel Araiza Coronado y en las fechas en que el joven desapareció apenas tenía 23 años de edad.
Es importante mencionar, que con la esperanza de obtener información respecto al paradero de sus seres queridos, las madres de familia recorren las zonas rurales del municipio de Tepic para colocar en las paredes y postes de energía eléctrica fotografías de sus hijos e hijas desaparecidos desde hace años.