“Trabajosa ocupación gobernar hombres, y más, locos o necios: doblado seso es menester para con quien no lo tiene”

B. Gracián

Por Ernesto Acero C.

El atascadero está en grande y al parecer, el seso ausente. El lodo ya llegó no solamente a dos ex gobernadores de Nayarit, sino a todos aquellos que hicieron fiscal a Edgar Veytia contando con estratégico silencio de otro amplio segmento de la esfera “política”. La máquina de lodo se mueve por acción y por omisión.

Los nombres de los exgobernadores Ney González y Roberto Sandoval han salido a relucir en el juicio que se realiza contra el exsecretario de Seguridad del ex presidente Felipe Calderón, Genaro García Luna. Las declaraciones provienen del ex Fiscal Edgar Veytia, teniendo como escenario el proceso que se realiza en los Estados Unidos contra el exfuncionario calderonista.

Se trata de señalamientos que tienen enormes consecuencias de orden político. Cierto o no, eso ya resulta irrelevante, dado que de ahí seguramente derivará una serie de investigaciones en las que muchos llevan algo de responsabilidad, mínimo, en la esfera moral. El componente deontológico en este caso, no procede concebirlo al modo de “El Alazán Tostado”, que concebía la moral como el árbol que da moras (o sirve pa’ pura chingada).

Las declaraciones del exfuncionario de Roberto Sandoval implican un nombramiento votado por unanimidad, que provino de una soberanía popular de plural composición. ¿Quién puede lanzar la primera piedra contra ese exFiscal? La respuesta es complicada, aunque las víctimas tienen la palabra.

En esas declaraciones sale a relucir el financiamiento ilegal a la campaña del exgobernador Sandoval Castañeda. Según esas declaraciones, un grupo criminal fue el que aportó dinero para la campaña para el ex mandatario que hoy se encuentra privado de su libertad por actos de corrupción elecciones de 2011). Se habla de compromisos pactados con un grupo delincuencial y que desataron una verdadera masacre en el estado. En Nayarit y en especial en su capital, Tepic, se convirtió en esos días en una carnicería. Nos referimos al lapso de 2008 hasta el año 2012, aproximadamente.

De manera sencilla, de las declaraciones de Veytia se desprende que el exgobernador Ney González había pactado con un grupo criminal. De esas mismas palabras se deriva que el exgobernador Roberto Sandoval, habría recibido dinero de otro grupo de narcotraficantes. Lo que se desprende de esas palabras, es que los comicios de 2011 fueron una narco-elección en la que el dinero proveniente del crimen, se impuso para torcer la voluntad popular.

Las declaraciones del que por unanimidad fue Fiscal de Nayarit, dejan en claro que las elecciones de 2011 fueron marcadas por la presencia del dinero proveniente del narcotráfico. El narcodinero nunca fue detectado por quienes debían hacerlo. Hasta ahora, por confesión de parte, se sabe lo que entre la vox populi ya era secreto a voces.  Existen indicios de que la elección de 2005, en la que aparentemente resultó ganador Ney González, fue marcada también por la presencia de dinero proveniente del narcotráfico. Esa es otra historia que está por escribirse.

En el caso de Veytia, es patente la presencia de al menos dos realidades. Una, la realidad que vivió la gente que agradeció que se haya puesto fin a la carnicería que se empezó a registrar en Nayarit desde el 2008, año en el que fue asesinado en pleno día, en pleno centro de la capital y en pleno informe del ex gobernador Ney González, una figura central de la esfera de seguridad pública.

Una realidad, ciertamente agradecible, es la que significó poner fin a la matanza que se registraba en el estado desde 2008 hasta 2012. En contraste, la otra realidad simultánea es la que vivió la misma sociedad nayarita, en la que se multiplicaron los secuestros y despojos. Durante esa etapa de la historia de Nayarit, el Poder Legislativo designó por unanimidad al primer Fiscal, que había sido propuesto por el ex gobernador Roberto Sandoval, haciendo a un lado a Germán Rodríguez, el último personaje que ostentó la designación de Procurador General de Justicia. El resultado de la llegada de Veytia al frente de la Fiscalía, fue la obtención de una especie de “paz de los rastros municipales”. Ahora sí, “El Diablo haciendo hostias”.

La gente sabía que se abusaba desde algunos círculos de poder. Ese conocimiento es lo que llevaba a que la misma gente no denunciara los abusos que se cometían desde el poder mismo. ¿Qué podía hacer un ciudadano desprotegido, indefenso, si quienes ostentaban poder, tampoco podían frenar los abusos, los despojos, los excesos desde lo que era la Fiscalía?

Ahora, por cierto, es una excelente oportunidad para que la sociedad nayarita evalúe y valore el cambio trascendental que se ha registrado al seno de la Fiscalía General de Nayarit. El cambio ha sido radical, pues la Fiscalía que encabezó brutales actos de corrupción y exceso bestial, ahora persigue a sol y a sombra, los actos de corrupción. El cambio en la Fiscalía ha sido radical: de estar en manos de la endiablada corrupción, ahora es punta de lanza contra la corrupción.

Existen elementos para que se realicen otras investigaciones (en el ámbito local) derivadas de las declaraciones de Edgar Veytia, mismas que ya involucran a Roberto Sandoval. En esa misma lógica, es realmente complicado, casi imposible, pensar que el expresidente Felipe Calderón no supiese lo que hacía su Secretario de Seguridad. Las derivaciones locales de lo manifestado por Veytia, en Nueva York, son diversas y en parte ya están presentes en el plano de la vox populi. Si las autoridades mexicanas y en especial las locales, inician investigaciones, seguramente que saldrán elementos a relucir que compliquen más, la vida de dos ex gobernadores del estado. Los indicios ahí están, aunque sean diabólicos.

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