Si México tuvo una singular Guerra de los Pasteles, qué más da una guerra de datos. La marcha de este domingo en defensa del árbitro electoral muestra la polarización del país con los extremos numéricos: 70 mil en una esquina del ring, más de medio millón en la otra. Y la descalificación de unos y otros. No hubo argumentos matemáticos. Recurrieron ambos a la enumeración de las perversiones ideológicas de los otros, no a la simple aritmética.

Abarrotado el Zócalo de la Ciudad de México y calles que confluyen, los primeros números del gobierno capitalino atizaron el fuego: 70 mil asistentes. Los organizadores pusieron su cifra: medio millón. Los simpatizantes del obradorismo bajaron la cantidad, los antiobradoristas no se quisieron quedar atrás y dieron números más alegres que las de los convocantes.

Y la tradicional mañanera, que, se diga lo que se diga, fija la agenda de la discusión política en este país, el lunes echó gasolina al fuego: el presidente Obrador calculó 80 mil. Y se autocorrigió, generoso: máximo 100 mil.

La Plaza de la Constitución, popularmente conocida como Zócalo, es la segunda más grande del mundo, sólo después de la de Moscú. La plancha y sus calles aledañas tienen 46 mil 800 metros cuadrados aproximadamente, según san Google, el patrono de los ignorantes y los plagiarios. Si llegan a caber hasta cuatro personas por metro cuadrado en eventos similares se podrían estimar 200 mil. Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalino, sabe de lo que habla cuando se refiere a números: es una destacada científica con doctorado, licenciada en física por la UNAM. Ella dio el dato oficial de la asistencia al concierto de Grupo Firme en ese mismo lugar en septiembre pasado. Dijo que rompieron récord: 280 mil.

Nadie discutió la cifra de la Sheinbaum. Sólo quedan en memoria las hordas cantando hipnotizadas: Digamos que te creo/ Que te arrepientes/ Pero es diferente/ A que te perdone/ Seré buena gente, pero no tu pendejo/ Yo no me dejo/Y yo sé que te van a dar ganas de/ Besar mi boca una vez más/ Pero por tu culpa/ Sabes cuándo va a pasar/En tu perra vida/ Vuelves a dormir conmigo/Yo en cualquier esquina/ Me hallo una de tu tipo/Tú que encuentres otro igual/Eso sí va a estar canijo/ Pero la marcha a favor del Instituto Nacional Electoral, el INE, seguirá dando de qué hablar. Ríos de tinta seguirán tirándose en la guerra de datos. Y descalificacio

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