Por Francisco Flores Soria
Con marzo llegó el cincuentenario del combativo Diario del Pacífico, editado en Tepic y del que surgieron decenas de periodistas, muchos de los cuales continúan en el oficio y nutren varias publicaciones.
El 9 de marzo de 1973 apareció el número 1 de la publicación a cargo de un grupo de jóvenes y no tan jóvenes, algunos con experiencia en periódicos como El Demócrata.
La primera plana de la edición original refleja las ruinosas condiciones en que Alejandro Gascón Mercado, militante del Partido Popular Socialista, recibió la administración municipal de Tepic, luego de ganar la elección al candidato del Partido Revolucionario Institucional; se informa también sobre el cambio de funcionarios del Ayuntamiento.
Además, se da a conocer la recepción de solanácea en la planta desvenadora de la compañía privada Tabaco en Rama, SA, bajo la supervisión de representantes de la paraestatal Tabacos Mexicanos, que finalmente se quedaría con las instalaciones y les impondría el nombre de Lázaro Cárdenas. Hoy ni la empresa ni la planta existen.
Igualmente se registra la disputa de dos grupos por la dirección de la Cámara de Comercio de la capital nayarita; uno de ellos, encabezado por Marco Antonio Casillas y Pedro de Aguinaga, reclamaba el reconocimiento de su Confederación Nacional, la Concanaco, así como de la Secretaría de Industria y Comercio del Gobierno federal.
En las “orejas” (en ambos costados de la cabeza con el nombre del diario) figuraron dos notas internacionales, una sobre las perspectivas de la izquierda en las elecciones francesas y otra sobre un par de bombazos en Londres, atribuidos al separatista Ejército Republicano Irlandés.
En una carta al pie de la misma plana inicial, Alberto Chávez Cano alude al nacimiento del periódico y se pregunta si tendrá larga vida. Luego se responde: “Sabemos una cosa: existe un pueblo generoso y bueno, que está hambriento de que se le informe oportuna y correctamente de los devenires del diario acontecer y esa que es precisamente la función social del periodismo, será su ruta y nuestra meta”.
Chávez Cano agregó: “Cuentan con la mayor de las ventajas: una cantera firme de juventud que anhela aprender las hieles del periodismo de proyección social y alcance histórico”.
Esa generación mostró su aprendizaje, de modo que el periódico dio cobertura a acciones y posturas de izquierda en materia política y electoral, además de registrar con amplitud diversos movimientos sociales, entre ellos los de campesinos en lucha por la tierra, colonos e inquilinos en demanda de vivienda, usuarios reclamantes de menores tarifas y mejor servicio de transporte, universitarios en defensa de su autonomía o sus derechos sindicales, periodistas que exigían libertad de expresión. El medio, aunque parezca retórica barata, se convirtió en referente del periodismo local.
Diario del Pacífico tenía su taller en avenida México 189 sur, casi esquina con Insurgentes, donde ahora funciona un estacionamiento del Grupo Empresarial Álica. Se imprimía en prensa plana y en la formación de cada página, originalmente de seis a ocho del tamaño estándar (39.5 por 58.3 cm), se empleaban tipografía movible para encabezados y columnas compuestas por delgadas barras de plomo que contenían líneas de texto, salidas de un linotipo.
Su primer director fue Andrés González Reyna, un hábil escritor, quien en el mismo Periódico de Hechos y Opinión publicó las columnas La Serpentina, Piscolabis y Columnilla, e inició la sección de nota roja con el nombre Escaparate de lo Funesto.
El 3 de mayo de 1979 en la Dirección le sucedió Emilio Valdez Hernández, quien fungía como Gerente General y aún encabeza el equipo que hace posible Diario del Pacífico, ahora en formato digital.
En sus inicios, el periódico tuvo como Jefe de Redacción a Francisco Cruz Angulo y su reportero principal fue Zeferino Sandoval Lara. Poco después de la fundación de dicho medio se sumó como reportero Óscar González Bonilla, quien en abril de 2010 refirió, además de los personajes ya mencionados, a los siguientes colaboradores iniciales:
“Luis Navarrete Zúñiga, Sergio Naya Fregoso (…) Alejandro Castrejón Pineda, Maximino Hernández Rodríguez, Arturo Zúñiga Estrada, Martín López, Ignacio Rodríguez, Javier Rojo Fregoso, Cecilio Cervantes Testa, Benito ‘El Cora’ Lemus Chávez, Elías Maldonado Oronia, Efraín Valle, Efrén López Andrade, José Ruvalcaba Flores, Gilberto Cervantes Rivera, Raquel Rendón, Manuel Cabrera Ledón, José Benigno Mora Nungaray, Silvia y Licho (secretarias), Julio Rodríguez, Arturo Flores Mejía, Florentino Cruz Angulo, Eduardo Meza Ramos, Manuel ‘El Compadre’, Teodoro (ayudante de prensista), Fidel Lemus y Esteban Fonseca”.
González Bonilla precisó que con las personas de referencia coincidió durante su permanencia (1973-1980) en el Diario del Pacífico. También mencionó a “otra camada de valiosos periodistas y trabajadores” del periódico:
“Lourdes Pacheco, Salvador Mancillas Rentería, Miguel González Lomelí, Mario Coz, Manuel Valdez Hernández, Gregorio Miranda, Francisco Flores Soria, Luis Ignacio Palacios Beas, José Torres Zamora, Vladimir Valdez Aguilar y otros”.
A González Bonilla le faltó mencionar a un joven iniciado en El Observador de Nayarit y quien enviaba sus colaboraciones desde la Ciudad de México, donde estudiaba Psicología e iniciaba una carrera pública, hoy Director de Meridiano de Nayarit: Jorge Enrique González Castillo.
Recientemente, en 2016, además de en su formato digital, Diario del Pacífico comenzó a aparecer impreso con la colaboración de Salvador Mancillas Rentería, Rogelio Plascencia, Aarón García y Pavel Valdez.
A medio siglo del parto, Emilio Valdez aún alienta a ese hijo de padres colectivos, como dijera Alberto Chávez, con el deseo de que pase la madurez o aún más allá, con la energía y disposición de quinceañero. Que así sea.