A través de los años los valores morales y las buenas costumbres se han perdido; ya no hay respeto para la autoridad y para el uniforme y no hay tampoco respeto para las mujeres, dice Rosario, joven mujer que con orgullo porta el uniforme de agente de vialidad en la capital del estado.
Explicó que cuando un agente de Vialidad se dispone a aplicar una sanción en las calles de la ciudad muchas veces son agredidos verbalmente por los conductores, quienes en tono despectivo se dirigen a ellos con palabras que ofenden la moral de los servidores públicos.
Detalló que los principales motivos de infracción son: conducir en estado de ebriedad, conducir la unidad y hablar por teléfono al mismo tiempo, estacionarse en lugares prohibidos, no respetar las luces de los semáforos, ocupar lugares que son destinados para personas con discapacidad y rebasar los límites de velocidad.
Al preguntarle si alguna vez como agente de vialidad, ella ha experimentado el miedo, la agente respondió: “La verdad sí, una vez le pedí al chofer de un camión urbano que me entregara su licencia porque cometió una infracción, él me pidió que abordara el camión y se arrancó, no permitía que me bajara de la unidad y fue por ese motivo que pedí apoyó a mis compañeros y los motopatrulleros nos ubicaron y lograron detener unidad y aplicar la infracción correspondiente”.
La agente Rosario recordó que la segunda ocasión que como agente de vialidad sintió que su vida corría peligro, fue cuando después de retirar una placa de una lujosa camioneta, una mujer que era originaria del estado de Sinaloa la persiguió por varias calles del Centro Histórico de Tepic con la intención de arrebatarle el metal: “Antes de retirarse me amenazó de muerte, pero en aquella ocasión también llegaron mis compañeros y me apoyaron”.
Finalmente, la agente de vialidad aseguró que a pesar de los riesgos que existen por la labor que ellas y ellos realizan en las calles de la ciudad, salen a cumplir con su responsabilidad laboral, pues dijo que los motiva el respaldo total que les brinda la presidenta municipal de Tepic, Geraldine Ponce.
