Quizás motivado —más en forma inconsciente que consciente— por el impulso nacionalista de la celebración del 4 de mayo, de la abundancia del bufé deportivo de la semana, he decidido destacar a cuatro deportistas mexicanos que, en sus “trincheras” respectivas, destacaron esta semana.
Reconozco que la manera de referirme a ellos no cumple con las reglas de la corrección en materia de derechos humanos [en particular el derecho al nombre y a ser mencionado, de manera exclusiva y excluyente con él], pero al mismo tiempo, considero que las denominaciones elegidas identifican de una manera más precisa a cada uno de ellos que sus nombres y apellidos, al menos, en los juegos de lenguaje del box, el automovilismo y el futbol.
Desde mi muy subjetivo punto de vista —siempre ligado de alguna manera a lo real—, creo que el deportista más destacable por lo realizado esta semana es Santiago Giménez, el futbolista mexicano de origen argentino que con los dos goles que anotó el pasado domingo en el partido disputado entre su equipo —el Feyenoord— y el Excelsior, no solo acercó a la oncena de Rotterdam a la obtención del campeonato de la Eredivisie, sino que se convirtió en el futbolista mexicano que más goles anotó en su primera temporada en Europa, superando con sus 22, los 20 que consiguieron Luis García en la temporada 1992-93 con el Atlético de Madrid y Javier Hernández en la temporada 2010-2011 con el Manchester United.
Irving Lozano, por su parte, pudo festejar con el Napoli la obtención de su tercer “Scudetto”, el primero desde aquellos primeros dos que obtuvo en aquellos años gloriosos en que Diego Armando Maradona vistió la casaca celeste. Es verdad que la oncena napolitana bajó su ritmo —como en temporadas anteriores— hacia el final, y que, incluso, vio cortada su excelente temporada en la UEFA Champions League y que el Chucky no se cuenta entre quienes más contribuyeron a la obtención del campeonato, pero tampoco se puede negar que tuvo lo que se podría considerar una temporada “benina”…
La reaparición de Saúl Álvarez en tierras mexicanas y tapatías fue sin duda todo un espectáculo y es preciso reconocerle que prefirió realizar esta pelea en su tierra que los muchos millones más que hubiera obtenido de haber peleado en Las Vegas o en Arabia Saudita. En cuanto a la pelea en sí, el británico John Ryder resultó un rival difícil, resistente y, en algunos pocos momentos, capaz de golpear al pugilista tapatío. Sin embargo, la diferencia entre ambos peleadores fue lo suficientemente grande para que el defensor de cuatro títulos mundiales no perdiera un solo asalto. Eso sí, por más que lo intentó, fue incapaz de conseguir el knock out que todo mundo esperaba y que, probablemente, estaba en el “script”.
Finalmente, Sergio Pérez… El sábado, al conseguir la “pole position” —aunque haya sido posibilitada por una bandera roja antes de concluir el tiempo de la tercera calificación— hizo abrigar esperanzas de que en Miami —para muchos la capital latina del mundo— el piloto tapatío pudiera, por primera vez en su carrera, llegar al primer sitio en el Campeonato Mundial de Pilotos [y, además de que tres pilotos de habla hispana —Pérez, Alonso y Sáinz— se subieran al podio al final de la carrera], pero el piloto neerlandés Max Verstappen —quien inició la carrera en el noveno lugar— se encargó de que no sucediera, ni aquello, ni esto. Con la estrategia de iniciar con llantas duras, aprovechando las ventajas que ofrece el RB19 y mostrándose, una vez más, como el mejor piloto de la Fórmula 1, en la vuelta 15 había llegado ya al segundo puesto, solo detrás del Checo y, a partir de la vuelta 20 en que Pérez cambió a neumáticos medios, se mantuvo en el primer lugar hasta la vuelta 45 en que cambió a llantas medias y, aunque salió detrás de Pérez, no tuvo mayores dificultades para rebasarle y llegar en el primer sitio y dejar su ventaja sobre el piloto mexicano en 15 puntos.
En otro orden de cosas, en tierras españolas para ser más preciso, pudimos ser testigos del que, quizás, sea el único trofeo que el Real Madrid levante en esta temporada: la Copa del Rey, conseguida con un apretado triunfo sobre el Osasuna de Pamplona de dos goles a uno. Y, para no dejar de lado las coronas y coronaciones regias, el intento fallido de coronación de Iva Zwiatek en el WTA 1000 de Madrid, al caer en la final ante Aryna Sabalenka y perder el invicto que mantenía esta temporada en canchas de arcilla. Carlos Alcaraz, en cambio, se coronó no solo en el Abierto de Madrid, sino que lo había hecho también, dos semanas antes, en Barcelona, por lo que se convierte en serio candidato a convertirse en el nuevo rey de la arcilla, ocupando el lugar que por tanto tiempo ocupó Rafael Nadal, quien, por cierto, no participará en la siguiente competencia de la temporada de arcilla: el Abierto de Roma, por no sentirse todavía en condiciones óptimas para disputar un torneo de alto nivel. Habrá que ver si, a pesar de no contar con la preparación adecuada, participará en el Gran Slam de Roland Garros para defender su título y buscar su 15° título en canchas parisinas.
Con ajustes motivados por las transmisiones televisivas, entre sábado y domingo se jugaron los cuatro partidos de la reclasificación del Torneo Clausura 2023 de la Liga MX, de la que salieron ganadores y calificados a la liguilla tres de los cuatro equipos que, de no haber habido repechaje, ya estarían de vacaciones: Santos de Torreón y Atlético de San Luis, clasificados a la liguilla después de ocupar el 13° y el 12° lugar al final de las 17 jornadas del torneo regular con 19 puntos y que buscarán seguir adelante venciendo a los dos equipos mejor calificados al final de la temporada regular: Monterrey [1°] y América [2°]; Atlas de Guadalajara [9°], que eliminó al Cruz Azul [8°] y enfrentará a las Chivas en cuartos de final; y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León [7°] que jugarán contra el Toluca [4°], después de vencer al Puebla [11°].