Por Ernesto Acero C.
Contra viento y marea, Nayarit ha entrado en la dinámica de las transformaciones. La clave de ese proceso transformador, es un mando firme y un rumbo claro con el liderazgo del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero. Todo avance debe medirse no solamente por lo que se ha logrado, sino por las dificultades que se han debido sortear. Los avances tienen un mayor valor en la medida que han debido sortearse serias adversidades.
El gobierno se ha convertido en estructura que se guía en su accionar por principios sociales. De esa manera, el gobierno bajo el mando del doctor Navarro se ha estructurado como un programa social. El objetivo es recuperar la naturaleza misma del gobierno: servir a la gente, a todos, sin distingos ni de condición económica, ni de filiaciones políticas o ideológicas.
La administración que preside el doctor Navarro, ha debido afrontar retos inéditos. En lugar de recibir un estado donde la democracia se refleje como “constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”, lo que se ha impuesto ha sido atraso y atonía en el mejor de los casos. No obstante, los avances pueden percibirse en la vida cotidiana.
El inicio del siglo XXI parecía deparar a los nayaritas un buen destino. El siglo XXI dio inicio con un gobierno que prácticamente dejó en ceros la deuda pública. No obstante, en los seis años siguiente la estructura gubernamental se destartaló, la de una pública creció en proporciones geométricas y la economía prácticamente colapsó.
Tras esos seis años, siguió un gobierno que acabó con un mandatario estatal tras las rejas y con un Fiscal que ahora se encuentra preso en los Estados Unidos. La “asignación” de las ganancias en el gobierno de Roberto Sandoval, como suele ocurrir en esas esferas de la politiquería se hizo de conformidad con la regalada gana del ex gobernador de Nayarit (2011-2017). No premió méritos ni reconoció talentos: usó el poder público a sui real saber y entender. Su real saber y entender consistió en enriquecer a quienes le rindieron pleitesía, a quienes le juraron lealtad y a quienes le hicieron el favor de no ver ni escuchar los estropicios que hacían.
Lo peor que ocurrió en el estado en esos años se relaciona con el saqueo del patrimonio de todos los nayaritas. Se relaciona con la desaparición de personas y con los lazos confesados del crimen con las autoridades estatales. En Nayarit hemos padecido gobiernos que atentaron contra la vida misma de los nayaritas. Dada la lógica de la forma en que se ejerce el poder, los nayaritas solamente pudieron apostar a sobrevivir y a recibir en sus vidas, el menor daño posible. Si los que tenían poder se asociaron o callaron ante los crímenes arteros, los nayaritas que no tenían poder solamente pudieron apostar a sobrevivir a esa etapa negra en la historia del estado.
Es necesario hablar de los problemas que se debieron sortear para valorar mejor los avances que se han registrado. No se trata de una problemática menor. Las finanzas públicas se encontraron en una situación de crisis originada en la enorme deuda pública, el patrimonio de los nayaritas se había trasladado de manera ilegal a servidores públicos que traicionaron la confianza de los nayaritas. La administración pública misma se encontró en completo desarticulada.
Las prioridades del gobierno de Navarro Quintero son fundamentalmente dos: educación y salud. En el caso de la educación, el patrimonialismo y la endogamia, se convirtieron en los males que dañaron una de las dos claves básicas para el bienestar de la gente. En el caso de la salud, la desarticulación del sistema de salud, el abandono y la simulación, se tradujeron en desatención de los derechohabientes.
La educación fue convertida en un rancho feudal a lo largo del último medio siglo. No solamente fue atacado el sistema de educación básica. El saqueo de instituciones fue la clave de centros educativos como la Universidad Autónoma de Nayarit. El escándalo ha golpeado severamente el trabajo, el esfuerzo de buenos académicos, de excelentes profesores universitarios. Casi todos los que han estado al frente de la Universidad en las tres décadas recientes, se han enriquecido y han usado a la Universidad para enriquecerse, para lograr fines personales.
Las administraciones municipales no se han escapado de esa lógica. La corrupción se ha mostrado con mil rostros, además de la endogamia, el patrimonialismo y los excesos derivados del nepotismo. Varios alcaldes tienen a la ley en sus talones, pues entregaron miserable y criminalmente los fundos municipales, para “pagar deudas”. Algunos alcaldes llegaron al extremo de robarse hasta las engrapadoras.
La contraofensiva ha sido contundente y sin titubeos. El gobierno ha mostrado mano izquierda, pero ha actuado con firmeza. Quienes han confundido voluntad con debilidad, se han llevado terrible sorpresa. El gobierno de Nayarit tiene mando firme y rumbo claro.
La salud de los nayaritas es prioridad de gobierno. De estar en el abandono y la catástrofe administrativa, se ha transitado hacia el modelo IMSS Bienestar. Ha sido Nayarit el primero de los estados en alinearse a la estrategia que tiene como meta la construcción del Sistema Único de Salud para el Bienestar (procede analizar el contenido del respectivo decreto en https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5675919&fecha=28/12/2022#gsc.tab=0).
Las obras, los hechos, la respuesta a cañeros, el apoyo a productores de sorgo, el decidido apoyo a pescadores, y la atención a productores del campo y la ciudad, han sido la tónica del gobierno de Navarro Quintero. El sector empresarial ha sido atendido, se realizan gestiones y se ejecutan inversiones que sirven como detonante de la inversión privada. Se gobierna para todos.
¿Cómo se podría caracterizar el gobierno que encabeza el mandatario estatal Miguel Ángel Navarro Quintero? La respuesta es sencilla pero trascendente: estamos ante un gobierno humanista, que ha organizado toda la estructura de poder público, para elevar el bienestar de todos. El de Navarro Quintero es un gobierno democrático que garantiza todos los derechos para todos.