“El Ojo de Dios nos distingue como nayaritas a nivel internacional porque atrae la vista del mundo entero”, aseguró la señora Lilia González Isiordia, quien desde la edad de ocho años se convirtió en artesana.
A través de su larga trayectoria, la señora González Isiordia ha realizado impresionantes artesanías que se han exhibido al público incluso en otros países.
La artesana nayarita declaró que cada Ojo de Dios es una obra de arte y quien lo porta entre sus manos siente una energía espiritual ancestral. Aseveró que los artesanos que elaboran un Ojo de Dios experimentan momentos de relajación, meditación y de crecimiento emocional: “Pero si eres nacido en el estado de Nayarit al hacer un Ojo de Dios, en ti crece el orgullo por tus orígenes, por tus raíces y porque a pesar de vivir entre la civilización descubres que en tus venas corre sangre de la cultura originaria”.
Resaltó que para lograr mezclar los colores con los que se elaboran los Ojos de Dios, es necesario que el artesano entre en un estado de relajación, que medite y logre visualizar la obra de arte ya concluida.