El devastador incendio en el basurero El Iztete, ha dejado secuelas más allá de las preocupaciones ambientales en la capital nayarita.
María de Jesús Chacón Frausto, presidenta de los pepenadores Nuevo Amanecer del municipio de Tepic, destacó en una entrevista la grave afectación económica que están enfrentando, así como la incertidumbre sobre el apoyo gubernamental durante esta crisis.
Acompañada por decenas de familias afectadas, Chacón Frausto y los manifestantes se dirigieron esta mañana al edificio de la presidencia municipal en busca de ayuda económica para sobrellevar la situación, mientras no puedan acceder al basurero para obtener los ingresos que sustentan a sus familias.
Tras una espera, fueron recibidos por el secretario del ayuntamiento capitalino, quien transmitió una respuesta inicial alentadora: “Creemos que nos trajimos buena respuesta, la primera es que nos van a dar la oportunidad de ingresar a zonas donde no represente algún peligro y poder trabajar, se comprometieron a buscar el espacio lo más pronto posible, el ingreso sería con cubrebocas, chalecos y con todas las medidas pertinentes”.
Sin embargo, respecto al apoyo solicitado para el periodo en que sus actividades están suspendidas y hasta que se supere la contingencia, Chacón Frausto señaló que la respuesta definitiva se dará el próximo jueves. En esa fecha se determinará si recibirán apoyo económico o en especie, si corresponde. “Por lo pronto nos vamos tranquilos porque nos darán la oportunidad de ingresar al Iztete para generar dinero y poder llevar sustento a nuestras familias”, dijo Chacón Frausto.
No obstante, la incertidumbre persiste sobre la disponibilidad de ayuda adicional: “No fueron claros en cuanto a si habrá o no algún tipo de apoyo, para eso vamos a regresar el jueves y el viernes según lo que nos dijeron; el primer paso está dado, meter el oficio y ahora hay que esperar”, expresó la líder de los pepenadores.
La comunidad confía en que el gobierno continúe brindando su respaldo, pero advierten que, de no obtener una respuesta positiva, se verán obligados a regresar a las calles en busca de soluciones alternativas. La incertidumbre sobre el futuro económico de estas familias, le añade presión a una situación ya complicada por las consecuencias del incendio en el basurero El Iztete.
