El prolongado incendio en el basurero El Iztete continúa dejando huellas devastadoras en diversos sectores de Tepic, y ahora son las papelerías y loncherías las que más resienten las consecuencias.
La suspensión de clases en los planteles educativos, como medida preventiva debido a la contaminación ambiental, ha golpeado severamente las ventas en estos establecimientos, donde la presencia de alumnos, maestros y personal docente es crucial para mantener el flujo de clientes.
Ariana Flores, propietaria de una papelería y tienda de regalos en la avenida Independencia, expresó su preocupación por las decisiones tomadas por las autoridades locales. Según Flores, la suspensión de clases ha tenido un impacto significativo en sus ingresos diarios: “Dependemos de la mercancía que vendemos cuando los niños tienen clases. Si no hay clases, nos vemos bastante afectados en nuestras economías y en la vida diaria”.
Flores criticó la suspensión de clases, argumentando que los niños podrían asistir a la escuela con cubrebocas y permanecer en las aulas sin salir a recesos, como se hizo durante la pandemia. Propuso alternativas como clases en línea para garantizar que los niños continúen aprendiendo y generando demanda de material escolar, como impresiones y otros productos de papelería.
En cuanto al movimiento en su tienda, Flores mencionó que el único servicio que continúa generando ingresos es el de copias, gracias a la actividad en los juzgados y oficinas gubernamentales cercanas. Sin embargo, lamentó que las ventas de otros artículos de papelería se hayan detenido por completo.
Carlos Delgado Camacho, titular de la CANACO Tepic, confirmó que los sectores más afectados por la disminución en la actividad comercial son las loncherías, transporte público y las papelerías. La falta de movimiento de familias en las calles ha impactado negativamente en estos negocios, que dependen en gran medida del tránsito de personas para mantener sus ventas.
