Por Doreida Zúñiga
El representante de la Santa Sede, Joshep Spiteri, realizó una visita oficial a Nayarit, donde se llevaron a cabo una serie de eventos religiosos y culturales significativos.
Nombrado Nuncio Apostólico de México en julio de 2022, Spiteri asumió el cargo después de Franco Coppola, quien fue trasladado a Bélgica y Luxemburgo.
De origen maltés, Spiteri ha desempeñado roles diplomáticos importantes como Nuncio en Sri Lanka, Costa de Marfil y Líbano antes de su asignación en México. Durante su estancia en Nayarit, se hospedó en la residencia del obispo de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada.
Por la mañana, Spiteri ofició la misa de las 8 en la catedral de Tepic, acompañado por el obispo Flores Calzada. En su homilía, el Nuncio expresó su gratitud por la hospitalidad y extendió las salutaciones y bendiciones del Papa Francisco a todos los presentes.
“Con mucho gusto acepté la invitación del señor obispo que me está ofreciendo hospitalidad aquí en Tepic y celebrar también con ustedes esta Santa Misa. Presento a todos y a todas las salutaciones y la bendición del Santo Padre el Papa Francisco, espero poder regresar con más tiempo”, declaró Spiteri.
La visita del nuncio tuvo un momento destacado cuando se trasladó a la prelatura de El Nayar para ordenar a un nuevo sacerdote, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la comunidad local. Además, Spiteri visitó la histórica Iglesia de la Santa Cruz de Zacate, donde fue recibido por miembros de la comunidad católica y se le explicó la historia del lugar por el historiador Pedro López. Durante esta visita, Spiteri colocó una ofrenda en la Cruz de Zacate y escuchó a un grupo de alumnos de primaria recitar un escrito sobre el sitio.
El Nuncio también exploró el ex Convento de la Cruz, un lugar de gran importancia histórica, donde Fray Junípero Serra inició su labor evangelizadora en el norte de México. La visita concluyó con la bendición a todos los presentes y la entrega de presentes para Spiteri y el Papa Francisco.
La visita de Joshep Spiteri a Nayarit subraya la continua labor de la Iglesia Católica en la región y el compromiso del Vaticano con las comunidades locales, fortaleciendo así los lazos de fe y cultura.
