La semana pasada sostuvimos un cordial encuentro con Juan Manuel Cienfuegos Vargas, Delegado Regional de Infonavit en Nayarit. Buen conversador, jovial, sincero y honesto en sus palabras. Como era el compromiso, centró su tema en las actividades que realiza esa institución en el estado. El funcionario, primero que todo, dejó en claro la estrecha comunicación y coordinación que mantiene con el Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero. Esto último será esencial en grado extremo en los años que siguen para el Infonavit. Lo veremos enseguida. La presencia del Gobernador en esa ecuación, será garantía de resultados favorables para los trabajadores en particular y para el estado en general.
Nos recordó Cienfuegos Vargas que el organismo se crea en 1972. Durante las dos décadas siguientes, el Infonavit se convirtió en la mayor empresa constructora de vivienda del país. No hizo mal las cosas, pues por todo el país existen colonias enteras construidas por esa institución. Recordemos que el Infonavit construyó, solamente en Tepic, las colonias Los Sauces, Los fresnos, El Mirador, Las Brisas, Solidaridad, El Tecolote. Hasta ahí mi memoria.
Ahí se encuentran todas esas viviendas y datan de esos años, de los setentas o de los ochentas. En 1992, en una tropelía social más del ex presidente Salinas, el Infonavit deja de construir y se convierte en una financiera para la construcción de vivienda. El Infonavit deja de construir y da rienda suelta a la “mano invisible” del Señor Smith. La vivienda se encarece de manera automática, pues a partir de ese momento, los constructores también van por parte de las ganancias. La vivienda de los trabajadores se convierte en botín. El trabajador ahorra para comprar vivienda, otros se benefician y el trabajador se queda en la calle.
Más adelante las cosas entran en una etapa peor. Como siempre, si algo puede empeorar, seguro va a empeorar. Vienen malos manejos y a ello se suma el que numerosos trabajadores adquirientes de viviendas, empiezan a ser perseguidos por incumplimiento de pagos. Este problema se convierte en un conflicto social e institucional de graves proporciones, dada la presencia de intereses particulares en la persecución de derechohabientes.
El Estado de Bienestar implica la posesión de un patrimonio esencial como la vivienda. En el país, el derecho a la vivienda se encuentra plasmado en el artículo cuarto de la Constitución y es un derecho humano consagrado con el que se tienen adeudos significativos.
La llegada de un nuevo gobierno, el de López Obrador, abre la posibilidad de que se frenen los procesos contra los derechohabientes del Infonavit. Se empiezan a generar mecanismos para resolver vía conciliación y negociaciones favorables al trabajador. Ya se entra en una nueva etapa que da serenidad social y que garantiza a los trabajadores poder conservar un patrimonio que no es cualquier cosa, sino que puede ser la marca de su vida.
Lo que viene es donde todo se va a poner bueno. Se trata de que el Infonavit retome su facultad como entidad constructora de vivienda para los trabajadores. No se trata de cualquier cosa. Estaríamos hablando de la construcción cada año, de más de 75 mil viviendas y de la generación de cerca de un millón de empleos.
La Presidenta Claudia Sheinbaum ha ofrecido construir un millón de viviendas durante su mandato, Para logarlo tiene que dar inicio de inmediato. No será sencillo, pues si el Infonavit absorbe la responsabilidad de construir anualmente 75 mil viviendas, apenas estaría cerrando la administración sexenal con unas cuatrocientas cincuenta mil viviendas. Para completar el número de unidades habitacionales que se propone construir Sheinbaum, unas 550 mil más, para completar el millón, deberá involucrar a otras instituciones pues la propuesta puede escucharse como algo sencillo, pero carga con variables de fuerte complejidad.
La mayor carga es la de orden político. Debemos recordar que todos los cambios que han impactado en la esfera de la vivienda de los trabajadores, han sido motivados por determinaciones políticas. La estrecha comunicación y colaboración con los gobiernos estatales, será una de esas variables en las que se tiene que poner el mayor énfasis. Coordinar estrategias que contribuyan a reducir los costos de las viviendas que se van a construir, es por el bien de los beneficiarios.
El relanzamiento del Infonavit para que retome su facultad como entidad constructora, sirve a los trabajadores del estado porque de esa manera tiene la posibilidad de acceder a vivienda de menor costo, pero digna y segura. Esa es la visión del Delegado Regional de Infonavit en Nayarit, Juan Manuel Cienfuegos Vargas, quien se muestra exaltado por el futuro que le depara al Infonavit.
En Nayarit, el relanzamiento del Infonavit como entidad constructora, tiene terreno fértil. Los nayaritas vemos como el Gobernador Navarro Quintero impacta con sentido social lo que está al alcance de su administración. Si, en efecto, esa es la razón por la que el Gobierno del doctor Navarro es un Programa Social en su conjunto. El impacto positivo del Infonavit en la vida de los trabajadores, es de proporciones inimaginables. Y construir vivienda crea empleos para los trabajadores locales. Es una promesa redonda.