Juan se graduó en el 2016 como ingeniero mecánico administrador del Tecnológico de Monterrey, con una beca del 70%, distribuido así: El 30% lo pagaba en mensualidades, el otro 35% era “regalado” y el otro 35% era a crédito que se pagaría una vez concluida la carrera.
Cuando llegó el día de la graduación quiso comprarse un saco azul. Entro a la tienda Hugo Boss, sin saber que era una tienda cara, y comenzó a medirse sacos azules. Desde luego que recibió un servicio personalizado, los sacos con el corte perfecto, sin caer en cuenta del precio de la prenda. Cuando preguntó el precio, le dijeron que costaba $15,000.00. En tenia pensado gastarse $1,500.00 pero por un traje completo.
Pasaron algunos días y, conversando con su amigo Braulio, quien le contó que había visitado un centro comercial con los papás de su novia y entraron a una tienda de artículos de lujo, le gusto un artículo, pero cuando vio el precio dijo que estaba muy caro todo. Entonces el suegro, que era una persona exitosa, con un negocio donde le iba muy bien económicamente, le dijo: “No está caro, ganas poco”.
Tal vez la frase de esta historia pueda sonarte algo despectiva, sin embargo, creo que la debemos tomar como un detonante de motivación para forjarnos de un buen futuro.
¿Cuántas veces te has quedado con las ganas de comprar algo que te parece caro? Y es cierto, las cosas no son “caras” simplemente no las podemos pagar. El éxito económico no sucede de la noche a la mañana, todos en algún momento de la vida, hemos tomado decisiones poco afortunadas. Sin embargo, lo peor que puedes hacer, es seguir repitiendo tu historia de pobreza o de poco éxito económico, cambia tus paradigmas sobre el dinero y traza un plan para que puedas ganar más dinero.
Reflexionar en esta frase “no está caro, ganas poco” te va a mantener motivado para buscar algo mejor, y te la comparto para que en un futuro puedas decir “No estaba caro, ganaba poco”. ¿Café?