Fíjense que el día de ayer se celebró el día de los médicos y de las médicas, antes decíamos el día del doctor, o de las doctoras, pero desde que se empezaron a usar los doctorados en casi todas las carreras, pues ya fue difícil saber quién era un doctor en medicina y quien era un doctor en leyes, o un doctor en teología, por citar dos doctorados diferentes al médico.
Así que haciendo esta aclaración les puedo decir que la sociedad debe tener un gran agradecimiento con quienes tienen la vocación de estudiar medicina.
Y es que estudiar medicina, brinda la oportunidad única de dedicar la vida a ayudar a los demás. Quien estudia y ejerce la medicina, tiene cada día la posibilidad de marcar la diferencia en la salud y el bienestar de las personas.
Claro que existen múltiples factores que impactan la decisión de un joven en estudiar una licenciatura en medicina, entre ellos, la oportunidad de brindar un servicio a la comunidad, el prestigio, y no debemos ser omisos a que también entra en juego el beneficio económico inherente al ejercicio profesional o la satisfacción de mejorar su entorno inmediato.
Algunos estudios vinculan estos factores con la permanencia de los médicos en formación en los programas académicos, de tal forma que el objetivo de estos estudios fue analizar la motivación para estudiar medicina en estudiantes de preparatoria.
Les comento que se hizo una encuesta a estudiantes egresados de preparatoria que ya estaban inscritos en la carrera de medicina para saber las motivaciones que tuvieron para inscribirse en esta dura carrera, y los resultados obtenidos a partir de estas sencillas y, a la vez, complejas cuestiones fueron los siguientes:
•Interés científico: engloba a todos aquellos interesados por el conocimiento del cuerpo humano, de su anatomía y fisiología, así como por la investigación y el avance de la ciencia.
•Vocación.
•Servicio: motivo altruista de ayuda y entrega a los demás.
•Circunstancias personales: contacto con la enfermedad, familiares médicos, presión familiar.
•Relevancia social de la profesión: prestigio, estatus, nivel económico, salidas profesionales.
•Gratificación personal.
•Por exclusión.
Según esta clasificación y con una entrevista a los alumnos de los distintos cursos, se pueden observar diferencias en cuanto al principal motivo de elección y a cómo varía éste a lo largo de la carrera.
Lo cierto amigos y amigas es que, si ustedes se fijan en las diferentes motivaciones para ingresar a esta pesada y absorbente carrera, verán que cada médico reúne todas ellas en su persona, en primer lugar el interés científico, en donde entra el conocimiento del cuerpo humano y su anatomía, en segundo lugar, la vocación, observen ustedes que no se puede ser médico experto en alguna especialidad, y servir a la humanidad o a la sociedad, para no ser tan grandilocuentes, si no se tiene la vocación.
Pero igual, muchos quizá tengan la vocación de servir, pero la simple vocación de servicio, sin el interés por la ciencia, resulta totalmente inútil, en todo caso, podrían meterse a estudiar de sacerdotes o monjas, o quizá enfermeros y enfermeras, donde pueden servir y no estresarse por conocer científicamente el funcionamiento del cuerpo humano.
Luego tenemos que muchos bachilleres se metieron a la carrera de medicina, motivados por el servicio al prójimo, un servicio altruista, de ayuda y entrega a los demás, con una aclaración, nadie podría servir de médico si antes no tiene los conocimientos, o para que se entienda mejor no se podría curar sin haber sido enseñado a curar, y para esto se requiere aceptar primero el aprendizaje.
Por supuesto que en la encuesta aplicada por la universidad, no se puede dejar pasar el quinto lugar en materia del motivo para ser médico, y este fue la relevancia social, porque en efecto, algunos de los muchachos que serán y alguno ya son médicos, estudiaron esta loable carrera, por la importancia social que les da ser doctores, el prestigio, el estatus, el nivel económico , las salidas profesionales, porque es evidente que no es lo mismo referirse a un profesionista con el adjetivo “el doctor”, que “el maestro”, o “el filósofo”, por supuesto que ser médico da estatus de nivel, esto es innegable.
Pero independientemente de todo lo anterior, hoy felicitamos a los doctores en medicina, los médicos y las médicas que ejercen y se entregan a curar cuerpos y a veces hasta almas, esto en alusión de la novela de TAYLOR CALDWELL, en donde se relata la vida de Lucano, conocido por la posteridad como San Lucas, hombre culto, reconocido médico, discípulo del apóstol Pablo y autor del tercero y más extenso de los evangelios del Nuevo Testamento, Lucas emprendió un extraordinario recorrido geográfico y espiritual tras las huellas de Jesús…hasta mañana