EL CIELO SE ILUMINÓ
Luego de un fenómeno visto hace días en varias partes del mundo -incluso en Nayarit-, por la presencia de luces centelleantes en el horizonte, podemos opinar. Amigas y amigos, hasta donde sabemos la ciencia aún no ha encontrado pruebas directas de vida extraterrestre, pero hay descubrimientos que sugieren la posibilidad de su existencia. Algunos de los hallazgos más significativos incluyen: Agua en Europa de Júpiter. La existencia de agua en esta luna de Júpiter es un indicio de que podría haber condiciones adecuadas para la vida. Exoplanetas en la zona habitable. Se han descubierto planetas que orbitan dentro de la zona habitable de sus estrellas, lo que significa que podrían tener temperaturas adecuadas para la vida. Señales de radio del espacio. Proyectos como SETI buscan señales de radio que podrían indicar la presencia de vida inteligente extraterrestre.
LAS SEÑALES RARAS QUE ALERTAN
Aunque no hay pruebas directas de vida extraterrestre, científicos y astronautas han expresado sus creencias sobre la existencia de vida más allá de la Tierra. Algunos ejemplos son, Lachezar Filipov, un astrofísico búlgaro que afirma que los extraterrestres nos están observando y tratando de contactarnos. Helen Sharman, la primera astronauta británica, quien cree que los extraterrestres podrían estar viviendo entre nosotros y Paul Davies, un científico que sugiere que la vida podría haberse desarrollado en la Tierra varias veces y que formas de vida variantes podrían estar al acecho.
CERO OVNIS, TEORÍAS NADA MÁS
En cuanto a los ovnis, la NASA ha formado un equipo para estudiar los Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP), pero hasta ahora no han encontrado ninguna conexión directa con la vida extraterrestre. Algunos científicos consideran que el tema de los ovnis es una “cortina de humo” y que no hay pruebas concretas que respalden la existencia de vida extraterrestre.
LAS INVESTIGACIONES Y TEORÍAS
La ecuación de Drake, que sugiere que la posibilidad de contacto con civilizaciones extraterrestres no es extremadamente rara. La búsqueda de huellas de civilizaciones tecnológicas. Algunos científicos proponen buscar huellas de civilizaciones tecnológicas en exocinturones de Clarke, que son bandas de satélites geoestacionarios alrededor de la Tierra. La Paradoja de Fermi, que cuestiona por qué no hemos encontrado indicios claros de vida extraterrestre si la probabilidad de su existencia es alta. Sea como sea, a veces nos sentimos acompañados por seres imaginarios quizá escondidos en los umbrales de la estratósfera. Quién sabe.
MARIO VARGAS LLOSA Y “LA DICTADURA PERFECTA”
El New York Times publicó que hubo un tiempo, durante el último cuarto del siglo XX, en que era posible argumentar que una sola persona era el mejor novelista y el mejor crítico literario de Estados Unidos. Es John Updike, cuyas largas y elegantes reseñas en The New Yorker marcaban las agendas de lectura. Tal era la influencia de Updike que los lectores le prestaron atención cuando, a mediados de la década de 1980, se enamoró literalmente del escritor peruano Mario Vargas Llosa, fallecido el domingo a los 89 años. A Updike le impresionaba más la inteligencia sustancial de Vargas Llosa, su conocimiento, su versatilidad y su imaginación, capaz de conjurar, por ejemplo, la cómica algarabía de un minúsculo grupo disidente de izquierda en sesión solemne, o los sentimientos nauseabundos de una joven esposa que descubre que su marido es homosexual, o la exaltación entumecida de un idealista citadino que participa, acosado por el mal de altura, en un tiroteo en los Andes. Vargas Llosa “ha reemplazado a Gabriel García Márquez” como el novelista sudamericano con el que los lectores norteamericanos deben ponerse al día, escribió Updike en 1986, cuatro años después de que García Márquez ganara el premio Nobel de literatura y 24 años antes de que lo hiciera el propio Vargas Llosa. El propio Updike había llegado con dos décadas de retraso. Vargas Llosa ya había publicado la mayoría de sus principales y perdurables novelas, entre ellas La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1965), Conversación en La Catedral (1969) y La guerra del fin del mundo (1981). Estos libros ásperos, subidos de tono, con mentalidad política y de mente abierta encontraron un público mundial, pero tardaron más en calar en Estados Unidos. Vargas Llosa había contribuido a poner en marcha, a principios de la década de 1960, un movimiento que se conoció como el boom, término aplicado a una nueva generación de escritores latinoamericanos de espíritu libre y conciencia social, entre ellos García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Guillermo Cabrera Infante, José Donoso y Miguel Ángel Asturias. Vargas Llosa era el último escritor vivo del boom, lo que de alguna manera duplica el impacto de su pérdida. Era el novelista político más inteligente y consumado del mundo. Mis respetos al peruano y a todos los escritores que nos hacen pensar y gozar de sus aportaciones. Bendecidos sean. Vargas lastimó la nobleza de la clase política cuando dijo que en México existía “la dictadura perfecta” en los tiempos del PRI. Ahora, con Morena, seguramente diría lo mismo y con otro tono. Sabe Dios.
VEREMOS Y DIREMOS.
