Ganó el que más buscó ganar. El América fue proponedor, atacante y ambicioso en la semifinal de vuelta ante el Cruz Azul, el domingo último en la Ciudad de los Deportes.
El planteamiento conservador de Vicente Sánchez fue perfectamente válido y es muy futbolero. Se vale replegarse y ceder la iniciativa. Apostó por esperar e intentar hacer daño con alguna transición, como se le llama al contragolpe de manera rebuscada en la actualidad.
Pero no le resultó y se salvó de encajar por lo menos dos goles en el primer tiempo, cuando la marabunta amarilla abrumaba al guardameta Mier, que a final de cuentas cometió un error garrafal que le dio nueva vida al América.
A pesar de quedar eliminado, Vicente merece continuar como entrenador de la Máquina Cementera. A ver si la grilla interna se lo permite. Y si no se queda, de todos modos ya subió sus bonos.
La gran final no puede ser más justa. El uno contra el dos. Un par de equipos que atacan muy bien. Dos entrenadores sobrados de capacidad. Si gana el Toluca, Antonio Mohamed se convertiría en el primer técnico en ganar cuatro títulos con cuatro equipos diferentes. Ya fue campeón con Tijuana, América y Monterrey. Por su parte, el brasileño André Jardine busca el tetracampeonato con el conjunto americanista.
Son dos planteles muy parejos, aunque en la portería Luis Ángel Malagón tiene mayor solvencia que Luis García. Además, es el portero titular de la Selección Nacional. El América ya podría contar con el regreso de Brian Rodríguez, un extremo que aporta profundidad, desborde y definición por el lado izquierdo.
Existe solo un antecedente del América y el Toluca en una final. Fue hace casi 54 años. El 1 de agosto de 1971 se enfrentaron en la cancha del Estadio Azteca. Victoria americanista 2-0 con goles de Carlos Reinoso y Horacio López Salgado. El legendario José Antonio Roca era el técnico de los entonces llamados Cremas.
