¡Noticia de última hora!
“El día 10 del corriente se hicieron en la fábrica de Jauja las primeras pruebas de la luz eléctrica…” Así lo narraba El Tepiqueño, un 15 de junio de 1895. Y no, no es una leyenda urbana.
Mientras Tepic seguía alumbrándose con faroles y esperanzas, la fábrica de Jauja ya se hacían pruebas para iluminarse como si fuera Navidad… ¡pero en pleno porfiriato!
“¡Lástima que la ciudad de Tepic no disfrute por ahora del beneficio!” ¡TRAKAS! Así nos lo recetaban en la nota. Directo al orgullo capitalino.

Pero la noticia no acaba ahí. Semanas después, el 22 de junio de 1895, “se reporta que los salones de la fábrica ya brillaban de noche, y las familias” -con toda elegancia y un poco de envidia- suplicaban al Ayuntamiento que negociara con los señores Barron (los iluminados del momento) para que al menos la plaza principal tuviera su buen foco los jueves y domingos como mínimo.
Y por si pensabas que Tepic fue el primero con energía eléctrica … ¡Nooo! El honor se lo lleva Santiago Ixcuintla, que en 1903 ya tenía energía eléctrica. Tepic apenas alcanzó la electrificación en 1905. Sí: una década después de Jauja, pero como dice el dicho: más vale tarde que apagado.
Actualmente, se reportan más de 80 fallas diarias en el alumbrado. Las autoridades ya no saben si poner focos o cámaras vigilancia contra el vandalismo ¡Porque muchos la apagan… a pedradas!
Del primer chispazo en Jauja a las noches sin luz por vandalismo: una historia brillante… y a veces intermitente.