Campesinos del municipio de San Blas denunciaron la presencia de intermediarios que se hacen pasar como representantes de tabacaleras y de los ingenios El Molino y Puga, quienes recorren los campos con el fin de rentar las mejores parcelas a precios muy por debajo del mercado. De acuerdo con los productores, estos coyotes ofrecen pagar entre ocho y diez mil pesos por hectárea, cuando la renta debería ubicarse entre 16 y 20 mil pesos.
La situación se complica porque algunos frijoleros, con deudas acumuladas y ante la baja rentabilidad de la cosecha pasada, consideraban aceptar las ofertas. “Nosotros no conocemos a los empresarios, tratamos con corredores, y si la empresa paga 15 mil, ellos vienen a ofrecer hasta ocho mil”, relató Fernando Brahms, en representación de los afectados.
Los productores recordaron que en el ciclo agrícola anterior las toneladas de frijol no se pagaron conforme al precio de referencia de 27 mil pesos. En algunos casos fueron vendidas a 15 o 18 mil, con el argumento de que el grano claro se mezcló con el negro. A esto se sumó la baja producción: varias parcelas apenas levantaron mil kilos por hectárea, lo que no alcanzó para cubrir los costos de producción, calculados en más de 25 mil pesos por hectárea.
En contraste, solo unos pocos campesinos lograron vender a 27 mil pesos la tonelada. La mayoría no pudo recuperar su inversión. “Por eso fuimos a México a buscar justicia en la comercialización. Aquí no la encontramos, y es ahí donde está el futuro de nuestras familias”, señalaron.
Los campesinos reiteraron que no aceptarán rentar sus tierras a precios bajos y llamaron a las autoridades a garantizar que los procesos de comercialización del frijol sean justos, transparentes y sin abusos de intermediarios.
