Después de que se detuvieran las máquinas procesadoras de caña de azúcar del Ingenio de Puga, el poblado de Francisco I. Madero parece un pueblo fantasma, no hay dinero y los negocios de esta zona no tienen ventas, están paralizados, declaró para Meridiano de Nayarit, el señor Faustino Guzmán Ortega. Comentó que él tiene un poco de dinero para sobrevivir porque dos de sus hijos que viven en los Estados Unidos, le mandan dólares.
Aclaró que tiene 89 años de edad y 70 años como productor de caña, por tal motivo ahora es cañero jubilado, pero con lo que recibe por su jubilación no le alcanza para sobrevivir: “Por eso le pedí ayuda a mis hijos y ellos me mandan un poco de dinero y con eso vamos saliendo”.
En contraste, Faustino Guzmán Ortega explicó que otros cañeros de su generación no cuentan con el recurso económico para sobrevivir, por ello, dijo, que los apoyos que el gobierno del estado les ha otorgado en diversas ocasiones mitigan un poco las grandes necesidades económicas y de alimentación de los cañeros que abastecen el Ingenio de Puga.
Al referirse al apoyo que reciben los cañeros por parte de los empresarios azucareros, dijo que son nulos: “Si antes no nos daban apoyos para sembrar las tierras ahora menos”.
