Por Arianna Olvera*
Para mí la muñeca Barbie marcó una etapa muy significativa en mi vida. Porque a través de ella yo podía imaginarme vivir en mundos distintos en donde siempre la protagonista era mi muñeca y en ella me veía yo. Mi Barbie favorita sin duda alguna era la Barbie veterinaria. Me acuerdo que en los 90 sólo se manejaba en sus piezas un perrito chiquito y me acuerdo hacer el consultorio en una caja de zapatos de Mickey Mouse porque era blanca, con cajitas vacías de medicina hacía la camilla y me la pasaba cuidando de ese perrito. Toda mi vida he amado a los animales y esa Barbie vivía el mundo que yo quería para mí, el poder cuidarlos y ver por ellos.
Mi parte favorita era cuando fui coleccionando más de ellas y más figuritas chiquitas. Todas significaban una parte de mi personalidad, siempre las tenía bien peinada porque el material del que estaban hechas no era muy bueno, pues era para lo que alcanzaba en casa, así que decidía peinarlas como mi mamá me peinaba a mí.
Yo creo que esta muñeca poco a poco ha evolucionado tanto que le ha dado a las niñas una perspectiva de cómo vivir tu vida a través de imaginación y ahora empoderamiento. El olor a plástico nuevo era mi favorito al sacarlas del empaque y ponerles sus zapatitos mal pintados.
Barbie es y seguirá siendo un juguete que no puede faltar en la infancia de cualquier niña.
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*Comunicadora y conductora