Por Judith Chávez
Estamos por comenzar un nuevo ciclo escolar, enfrentar los gastos del regreso puede ser difícil, lejos quedaron los tiempos cuando solo se requerían cuadernos, lápices, un par de zapatos y un uniforme escolar. Según datos oficiales los productos escolares están un 56% más caro que el año pasado, en promedio las familias mexicanas están gastando por hijo, alrededor de $5,185.00 entre útiles escolares, uniformes y otros gastos escolares.
Como un buen corredor que se prepara para la próxima carrera justo después de haber terminado un maratón, tú también prepárate para el próximo ciclo escolar con estas tres estrategias que pueden hacer que la carrera del regreso a clase a tus hijos en el siguiente ciclo escolar sea más ligera para tu bolsillo.
Ahorrar desde ahora para afrontar los gastos del siguiente ciclo. A medida que nuestros hijos suben de grado escolar, los gastos cambian y tú debes estar lo mejor preparado posible. Si no quieres hacer el ahorro formal, pero si lo quieres “sistematizar”, hazte de una alcancía de buen tamaño y ve depositando monedas, o billetes. ¡nunca subestimes el poder de una alcancía!
Usa las tarjetas de crédito a tu favor. No me refiero a que te endeudes sin ton ni son, sino que busques una tarjeta de crédito que te dé beneficios por su uso. Existen bancos que por las compras que hagas con su dinero, te bonifica un porcentaje del gasto. Supongamos que tienes un pago recurrente: el seguro de gastos médicos, el del coche o cubres la colegiatura de tus hijos (para obtener el beneficio fiscal), puedes dejar que se acumule el saldo del dinero que por concepto de bonificación te regresa el banco hasta que llegue de nuevo el nuevo ciclo escolar. ¡te sorprenderá la cantidad de dinero que puedes acumular!
Adquiere un seguro que te de dividendos. ¡Son una maravilla estos seguros! cada año te entregan las “ganancias” y justo se liberan en las fechas previas al nuevo ciclo escolar. Contratar un seguro con estas características, no solo otorga la tranquilidad de dejar protegidos a los tuyos, sino que también recibes una ayudadita para afrontar estos gastos cíclicos.
Recuerda que la educación de calidad para nuestros hijos es una inversión a largo plazo y va mucho más allá de comprarles la mochila más cara o los tenis de marca.