Con algunas pausas por motivos ajenos a nosotros, cumplimos un año en la construcción de la tercera época de Meridiano, el periódico de mayor tradición y sobreviviente casi único de los medios impresos. Seguiremos buscando el equilibrio para que en cada edición ganen los lectores, clientes, colaboradores y accionistas, en ese orden. Al papel le queda vida, pese a la larga fila de sepultureros que han puesto fecha a su funeral. Como queda vida al teatro, cine, radio y televisión. El mundo digital y sus hijas las redes sociales han revolucionado el consumo del entretenimiento y la información, pero sus padres y bisabuelos siguen respirando. Los suscriptores seguirán recibiendo Meridiano antes del amanecer, nuestros textos estarán en los puestos de revistas y los voceadores seguirán anunciando las primicias informativas. Con una ventana digital.