Volantín | El colmo de la opacidad en el gobierno de AMLO

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Por Salvador Cosío Gaona

¿De qué tamaño será el desastre administrativo y de corrupción que se registra en el actual Gobierno Federal como para haber hecho caer la página de compras?

 En el colmo de la opacidad, el descaro, el abuso, la extralimitación, la arbitrariedad, y muy seguramente la corrupción entre otras muchas anomalías que se pueden identificar en los gobiernos de la Cuarta Transformación, habrá de anotar una más, la sospechosa y muy conveniente caída de la plataforma CompraNet, es decir, el sistema donde se registran las adquisiciones, arrendamientos, servicios y obras públicas del gobierno, que dejó de funcionar desde el pasado 15 de julio y que apenas ayer se puso de nuevo en funcionamiento. Esto significa que han transcurrieron más de 15 días sin que se ofreciera información clara y transparente de las compras, adjudicaciones, y demás operaciones que el Gobierno Federal ha llevado a cabo, constituyendo un marco extremadamente propicio para cometer cualquier tropelía, en el supuesto de que ese fuese el objetivo. 

 Hay que decir que CompraNet es una plataforma que registra y almacena información de las compras públicas que más de 260 instituciones federales realizan día con día. De acuerdo con el Centro de Investigación en Política Publica (IMCO), tan solo en 2021, las instituciones adjudicaron 173 mil 505 contratos por 473 mil 391 millones de pesos, un estimado de 470 compras diarias y un importe promedio por contrato de poco más de dos millones de pesos. 

 Un proceso de contratación consta de varias etapas y un sistema como Compranet permite que estas se realicen de manera electrónica para asegurar un seguimiento puntual de cada compra. De aprovechar la plataforma al máximo, los proveedores interesados pueden consultar convocatorias a concursos o solicitudes de cotización, participar y hacer preguntas en las juntas de aclaraciones, presentar propuestas y conocer los resultados de un concurso. Mientras Compranet se mantenga inactiva, nada de esto puede suceder.

 Desde el 15 de julio en que se registró la caída del sistema, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realizó 214 procedimientos de contrataciones públicas por más de 14 mil millones de pesos (687.6 millones de dólares), pero la dependencia asegura, “todos los procedimientos de contratación están sujetos al escrutinio público y vigilados por los órganos internos de control de cada dependencia responsable de sus procesos”.
Mediante un comunicado, las autoridades informaron que CompraNet presentó un error en su sistema originado por la falta de espacio de almacenamiento de datos en la infraestructura, por lo que las unidades compradoras del gobierno no pudieron cargar información al sistema”.

El titular de la Unidad de política de contrataciones públicas, Luis Carlos Jaso García, sostuvo que se han realizado “validaciones a la plataforma”, pero que las fallas continuaban presentándose.

 Incluso, en el documento, la unidad sostuvo que “ante esta situación atípica, cabe invocar el principio jurídico de que ‘A lo imposible nadie está obligado’, una frase que será sin duda una ‘joya’ más de entre las utilizadas a conveniencia por la Cuarta Transformación  que quedará para la posteridad, y habrá de sumarse a otras célebres de la filosofía barata aplicada por los simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha contribuido con la desafiante: “no me salgan con que la ley es la ley”, y el muy lamentable eslogan de “abrazos no balazos” ante la delincuencia, solo por mencionar algunas. 

 Hacienda estimaba que se podría restablecer el sistema en dos semanas, luego de que los nuevos equipos llegasen a México el lunes 1 de agosto y se realizaran las pruebas correspondientes.

 Compranet no es una plataforma perfecta, está lejos de serla. El IMCO ha documentado en repetidas ocasiones que obstaculiza la transparencia oportuna de los recursos públicos. Las compras públicas federales se registran con ineficiencias en la captura, publicación tardía y constante edición de datos, aún cuando estas se hayan realizado meses o años antes. 

Pero es precisamente la existencia de un sistema electrónico lo que permite señalar estas fallas, proveer evidencia e identificar los riesgos en cada contrato. Sin Compranet, el monitoreo se vuelve sumamente complicado para las instituciones y prácticamente imposible para nosotros, los usuarios. 

 Max Káiser, fundador del Centro para la Integridad y la Ética en los Negocios, ha detallado en diversas entrevistas en los últimos días la importancia del sistema:

  “Gracias a esta plataforma conocemos que este gobierno sólo licita el 10% de todos los contratos que adjudica (el otro 90% lo asigna a través de las oscuras y riesgosas adjudicaciones directas e invitaciones restringidas), con los enormes riesgos de corrupción que eso implica, y en abierta violación al artículo 134 de la Constitución.
Gracias a las investigaciones que diversas organizaciones de la sociedad civil han hecho en Compranet, conocimos las transas del hijo de Bartlett al inicio de la pandemia, el conflicto de interés del compadre de Rocío Nahle que tiene contratos en Dos Bocas a través de una empresa de reciente creación, los cientos de millones de pesos que reciben unos cuantos medios de comunicación en publicidad gubernamental, los 52 contratos a empresas fantasma por 162 millones de pesos, los 13 contratos que el Director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos otorgó a sus amigos, por más de 463 millones de pesos, así como decenas de escándalos más, sólo de este sexenio”.

 Se sabe que la rendición de cuentas no es ni por mucho el fuerte del actual régimen. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha decretado obras como de seguridad nacional para saltarse las leyes y evitar la transparencia; ha declarado confidenciales temas del Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería Dos Bocas; ha reservado por 5 años la información concerniente a la compra de pipas; de vacunas; los contratos de Pemex; datos de muertes sobre COVID; el suministro de heparina sódica en un hospital de Pemex; lo referente a Tlahuelilpan; el avión presidencial; y el operativo contra Ovidio Guzmán; entre otros. 

 De tal suerte que no deja de ser solamente sospechoso sino muy oportuno para la actual administración este inesperado colapso de la plataforma más importante de compras del Gobierno Federal, gracias a la cual periodistas y expertos habían dado cuenta del desastre en esta área de la administración así como también de la corrupción y opacidad.

 Este lunes 1 de agosto, luego de 16 días sin operaciones, CompraNet volvió a su funcionamiento de manera normal. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la plataforma en la que se transparenta la información sobre contrataciones públicas “ya se encuentra nuevamente en marcha en su totalidad” desde este primero de agosto. 

 Cabe recordar que previamente, la SHCP señaló la posibilidad de que a inicios de este mes se resolvieran las fallas presentadas por “problemas de espacio de almacenamiento de datos”.

 Para ello, la empresa Braco Solution, misma que atendió la falla, requirió de equipos especiales (discos de almacenamiento), los cuales llegarían a inicios de este mes. Este lunes, la Secretaría de Hacienda anunció que dicho equipo se obtuvo en menor tiempo del esperado, por lo que se agilizó la atención al problema. 

 Ahora solo queda esperar las “sorpresas” en compras, contratos y adjudicaciones que resultarán luego de 16 días sin control y vigilancia. Al tiempo. 

 Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio

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