Por Salvador Cosío Gaona
Durante la noche del pasado jueves 29 de septiembre fueron revelados presuntos documentos oficiales hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) que incluyen detalles sobre el estado de salud del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Casi de inmediato se reportó la violación a la seguridad de los sistemas de la SEDENA por un grupo de hackers que extrajeron miles de documentos confidenciales del gobierno de la Cuarta Transformación (4T).
Algunos relacionados con la salud del primer mandatario, así como de conflictos internos dentro del gabinete del primer mandatario y la versión completa sobre el llamado “Culiacanazo”.
¿Pero quiénes fueron los responsables de llevar a cabo tal obra? Se trata del grupo Guacamaya, un grupo de activistas centroamericanos que se define como “la naturaleza”.
De acuerdo con quien compartieron los numerosos documentos, se trata de un grupo cuyo principal objetivo fue revelar información del ejército en Chile, aunque también han realizado filtrarse en los servidores del ejército de El Salvador, Perú y Colombia. Fue el pasado 19 de septiembre que la organización se hizo presente con la penetración al sistema de seguridad del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Chile (EMCO), filtrando cerca de 400 mil correos electrónicos del organismo.
Hasta ahora los ataques de la red de hackers estaban centrados en empresas mineras y petroleras, las policías y varias agencias reguladoras latinoamericanas.
Sin embargo, dichas filtraciones, incluyendo la ahora revelada contra la SEDENA, fueron anunciadas por el grupo de hacktivistas a través de un comunicado en el que compartieron que estas eran parte de un operativo llamado “Operación Fuerzas Represivas”.
De acuerdo al comunicado, el plan consiste en revelar información confidencial de instituciones policiales y del ejército en América Latina. En este se menciona que países en América han imitado el colonialismo de las naciones que en otrora invadieron el territorio a pesar de su proclamada independencia. “Es en estas supuestas independencias y en su supuesto camino a la libertad y la democracia, donde se crean los ejércitos armados”, los cuales eran vistos como garantizadores de la autonomía y libertad en los países.
Y con el pretexto de garantizar el orden interno, “van apareciendo otras fuerzas armadas”, como los cuerpos policiales y sus derivados que “ejercen el control y monopolio de la violencia a nivel intraestatal”. Aseguraron.
El grupo tachó esto como una paradoja, pues las corporaciones de seguridad eclipsan la democracia y derechos humanos de sus habitantes. Pues al servir a propósitos capitalistas provenientes de Estados Unidos, las corporaciones de seguridad son una fuerza de choque “que garanticen el apaciguamiento de cualquier vestigio de descontento”.
Como era de esperarse el ataque cibernético contra la SEDENA, fue tema de conversación de las redes sociales. Ante esta situación, el mandatario mexicano habló en su conferencia rutinaria desde Palacio Nacional, confirmando lo trascendido.
“Es cierto, hubo un ataque cibernético al robo de información mediante estos mecanismos modernos, extraen archivos, son gente especializada, no sé si en México haya especialistas en este campo”, inició diciendo el Ejecutivo Federal.
Sobre la información expuesta el mandatario de 68 años aseguró que esta es de “dominio público” y que la información sobre su salud era verdadera, además admitió “tener varios males”: “Son ciertos, yo estoy enfermo, tengo varios padecimientos, solamente hay una cosa que no tengo, que dice la canción (de Chico Che) lo del alcohol, pero lo demás sí, otros males, todos los que se mencionan ahí”, remarcó AMLO.
López Obrador informó que este ataque fue durante un cambio al interior de la base de información del Ejército, además, no perdió la oportunidad de agradecer al parte médico que lo apoyo durante su incapacidad.
“Todo lo que se dice ahí, es cierto, y se ha expresado, si acaso lo de la ambulancia que fue a Palenque a principios de enero porque había un riesgo de infarto y me llevaron al hospital […] me recomendaron un cateterismo, me dijeron ‘hay que hacerlo’, les pedí unos días, en eso me dio COVID, entonces tuvimos que esperar y me hicieron el procedimiento”, remató.
El 2 de enero de este año la SEDENA tuvo que enviar a una ambulancia aérea a Palenque, Chiapas, en donde se encuentra el rancho de López Obrador, de nombre La Chingada.
La razón de esta movilización fue la presunta necesidad de trasladar urgentemente al mandatario al Hospital Central Militar de la Ciudad de México. Antes de salir del estado sureño, AMLO habría sido monitoreado, canalizado y medicado. Su diagnóstico, de acuerdo con las filtraciones, era grave.
En la tarjeta con folio SIIO/0036 del grupo de servicios especiales de la Policía Militar se incluiría el diagnóstico de angina inestable de riesgo alto, un padecimiento que impide el flujo adecuado de sangre y oxígeno al corazón, lo que puede derivar en un ataque cardiaco.
Una semana después, el 10 de enero, el titular del Ejecutivo Federal anunció que estaba contagiado de COVID-19 y que los síntomas eran leves. Sin embargo, del diagnóstico y traslado previo no se hizo mención alguna. Con base en los documentos extraídos de la SEDENA, los cuales ya confirmó como verídicos el mandatario mexicano durante su conferencia matutina, entre el 4 y el 20 de enero de este año, López Obrador recibió al menos 10 consultas médicas, incluida la de su cardiólogo particular.
Luego, la mañana del 21 de enero, fue ingresado al Hospital Central Militar para un cateterismo y fue dado de alta al día siguiente. Desde esa fecha, AMLO habría recibido 28 terapias físicas.
Meses antes, el 1 de septiembre de 2021, López Obrador habría visitado la misma unidad médica castrense para recibir atención en las áreas de reumatología, ortopedia, radiología y laboratorio, según constata en la tarjeta SIIO/4955. Los estudios que le realizaron al funcionario, horas después de haber presentado su informe de gobierno, arrojaron el diagnóstico de que el presidente padecía de gota, una enfermedad reumática que causa dolor e hinchazón en las articulaciones.
Aquel día se dio la recomendación de que el personal del Grupo de Servicios Especiales de la Policía Militar continuará con la gestión y supervisión de los apoyos que AMLO indicará. El 22 de diciembre de 2021, en el mismo hospital, especialistas de Otorrinolaringología y Endocrinología le brindaron consultas médicas al presidente, de acuerdo con la tarjeta SIIO/7760. En esa fecha, AMLO fue diagnosticado con hipotiroidismo, por lo que le mandaron un tratamiento de sustitución hormonal a base de levotiroxina. Cabe recordar que el hipotiroidismo es un padecimiento que no tiene cura, pero puede ser controlado mediante la administración de hormonas sintéticas.
Algunos de los síntomas de esta enfermedad son resequedad en la piel, cansancio, deterioro en la memoria y la atención y una mayor sensibilidad al frío. Asimismo, de acuerdo con la Asociación Americana de la Tiroides (ATA por sus siglas en inglés) los pacientes pueden llegar a presentar depresión a causa de esta afección.
Lo que ha quedado claro con esta filtración que ya ha sido validada por el propio López Obrador, es que el estado de salud del presidente es endeble y tiende al deterioro, lo que ineludiblemente impacta en el ejercicio de sus funciones como primer mandatario de nuestro país, generando la duda y cuestión, sobre si realmente AMLO está en condiciones de dirigir los destinos de nuestra nación.
@salvadorcosio1