Locatarios del mercado Juan Escutia en Tepic confirmaron que los efectos de la inflación han modificado el comportamiento de las amas de casa al momento de surtir la canasta del mandado al dejar de lado los kilogramos para consumir por piezas.
Coinciden en que el número de consumidores en este mercado ha bajado entre un cinco y ocho por ciento por no contar con poder adquisitivo. Ahora ya no hay espacio en los bolsillos para atender los antojos de la familia, salvo el de las embarazadas, y a muy duras penas.
Para Juanita Rodríguez, locataria del mercado, quedó atrás el tiempo donde vendía por kilos, hoy solo se llevan de dos o tres piezas: “El poder adquisitivo está por los suelos, ya no ajustan para el diario, y no nada más las fruta y la verdura, el pan, la harina, todo se ha disparado, todo está bien caro, la tortilla”, señaló.
Las principales alzas se han presentado en la cebolla, papa y jitomate, este último llegó hasta los 40 pesos, reveló Juanita quien con tristeza menciona: “Ahora estamos viendo que la gente ya no compran de más, solo lo justo; los antojos han quedado fuera de los presupuestos, bueno para las que no están embarazadas o embarazados”, finalizó.
Asimismo, Javier Bautista, vecino comercial de doña Juanita, coincide con ella en que los consumidores ya no llevan su mercancía por kilos, aunque sean productos de primera necesidad: “Te puedo decir que los productos que más se han disparado son frutas y verduras, tenemos la calabaza que se encareció, de estar entre 28 y 35 el kilo ahora está en 45 pesos”.
Además, Javier reveló que el jitomate ha alcanzado hasta los 30 pesos el kilo, mientras que el pepino pasó de costar a un mínimo de 12 pesos hasta 22 pesos, dependiendo la variedad del producto. En cuanto a la fruta el comerciante destacó que las granadas pasaron de 50 hasta un máximo de 80 pesos por kilo, mientras que la uva llega hasta los 100 pesos; el plátano no se quedó atrás y aunque en el mercado cuesta alrededor de 22 pesos “en el Oxxo se vende sobre los 32 pesos el kilo”, señaló.
Por su parte, la comerciante María González señala que “Todo está por los cielos, solo compramos de a poquito y como se pueda”, esto para no endeudarse y que la mercancía no se quede estancada. “Con los créditos ya no se puede por más que uno se haga el fuerte, los tomas y después ni quien te ayude a salir de los compromisos”, lamentó.
Comerciantes del mercado Juan Escutia coinciden en que en estos tiempos todo es sacrificio por lo que no están dispuestos a rendirse ni a bajar cortinas, como Chayito Vargas, quien pese a los altos precios mantiene sus anaqueles y planchas bien surtidas para que la gente encuentre siempre lo que necesita: “No queda de otra más que echarle ganas, hay que salir adelante no hay que achicopalarse, el trabajo es el tesoro de todo los seres humanos y si no valoramos nuestra fuente de trabajo no sabemos valorar el resto de las cosas; la situación es complicada, sin embargo, no estamos dispuestos a bajar cortinas”, puntualizó.