Volantín | Alzas

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Por Salvador Cosío Gaona

La economía mexicana, la segunda más grande de América Latina, crecería un 3.0% el próximo año, mientras que la inflación, actualmente en su mayor nivel en más de dos décadas, bajaría a menos de la mitad para colocarse en 3.2%, estimó la Secretaría de Hacienda el jueves en su proyecto de presupuesto para 2023.

La estimación, sin embargo, pareciera muy optimista ya que apenas la semana pasada el banco central de México (Banxico) redujo su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) local a un 1.6% para el próximo año.

En su exposición ante el Congreso, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, defendió la cifra, asegurando que para lo que resta de 2022 espera ver una recuperación completa de los servicios más afectados por la pandemia del coronavirus, lo que, aunado al dinamismo del empleo y los ingresos laborales, soportarán el crecimiento del consumo.

“El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2023 se ha realizado bajo los principios de austeridad, eficiencia y racionalidad en el gasto”, dijo Ramírez de la O, calificándolo de “equilibrado, responsable y realista”.

“La deuda pública se mantendrá en una trayectoria estable y sostenible, respetando las metas fiscales y los techos de endeudamiento establecidos por el Congreso, para ubicarse en 49.4% del Producto Interno Bruto en 2023”, explicó.

La estimación para este año es que la deuda pública cierre en 48.9% como porcentaje del PIB, desde el 49.9% de 2021.

El Gobierno solicitó limitar el techo del endeudamiento externo para el sector público a 5,500 millones de dólares y buscará hacer aportaciones patrimoniales a las estatales Pemex, por 17,234 millones de pesos, y Comisión Federal de Electricidad (CFE), por 30,000 millones de pesos para “fortalecer su posición financiera e incrementar su patrimonio”.

Además, el Gobierno prevé una producción de crudo promedio de 1.872 millón de barriles por día (bpd) para 2023, ligeramente superior a la estimada para este año y un precio para la cesta de exportación de 68.7 dólares por barril.

La petrolera Pemex, el principal productor de hidrocarburos del país, produce alrededor de 1.7 millón de bpd de crudo y, para el próximo año, sus exportaciones promediarían 784,000 bpd, según el documento entregado a la Cámara de Diputados.

Las autoridades hacendarias estimaron que el tipo de cambio promedio se ubicaría en 20.6 pesos por dólar y que la tasa de interés nominal promedio sería de un 8.9% en 2023, de acuerdo al documento.

En tanto, el  Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.41% en la primera quincena de septiembre de 2022 por lo que la inflación general anual se ubicó en 8.76%.

Nuevamente los precios de los productos agropecuarios crecieron por encima al de mercancías y energéticos. A comparación anual, los alimentos y bebidas han aumentado un 13.27%.

Entre los productos que presentaron un mayor incremento en la primera quincena de septiembre fueron el jitomate, electricidad, tortilla de maíz, cebolla, pollo, huevo.

Durango, Nayarit, Veracruz, Guerrero e Hidalgo son las entidades en que la variación al alza en los precios fue más pronunciada. El nivel sigue escalando a lugares no vistos en casi 22 años, por lo que se espera que el Banco de México decida subir las tasas de interés para tratar de frenar el avance de la presión inflacionaria.

México registra los mayores niveles inflacionarios en más de dos décadas, muy por encima del objetivo del Banco de México (Banxico, central), que es de 3% anual +/- un punto porcentual.

Hace algunas semanas, Banxico aumentó sus expectativas para la inflación del 2022 advirtiendo que los efectos de choques sobre los precios podrían prolongarse e incluso agudizarse y reiteró que la magnitud de futuros incrementos a la tasa clave de interés tomarían en cuenta las condiciones prevalecientes.

Además prevé que la inflación general alcance un 8.1% en el cuatro trimestre del 2022 y la subyacente un 7.6%, desde estimaciones previas del 6.4% y 5.9% respectivamente.

Según Banxico, la inflación alcanzará su pico durante el tercer trimestre de 2022, es decir de julio a septiembre, período recién concluido.

Ante la alta inflación que se vive en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con representantes de la industria de alimentos para analizar medidas de contención a los precios.

AMLO, sostuvo una reunión con al menos 20 de los productores y distribuidores de alimentos más importantes del país, esto con el objetivo de analizar el tema de la inflación en México y que los precios de algunos básicos no aumenten.

En dichos acuerdos, el director de Maseca, se comprometió a que no haya aumento en harina de maíz cuando menos hasta febrero del siguiente año. Y sin duda se trata de un compromiso importante porque estamos hablando de la tortilla y de quien distribuye como el 80 por ciento de la harina de maíz que se utiliza en las tortillerías.

En este sentido se  anunció que entregará de manera gratuita los fertilizantes para producir más alimento e “impulsar el autoconsumo y la autosuficiencia alimentaria”.

A pesar de que el Gobierno anunció un plan antiinflación en mayo, los precios han seguido aumentando y el indicador alcanzó en agosto a su nivel más alto en casi 22 años, un 8.70 por ciento anual.

“Vamos a tomar una serie de medidas para buscar que no aumenten los precios de los productos básicos”, anunció el mandatario en su habitual rueda de prensa diaria, y detalló que espera que las compañías no suban los precios e incluso los bajen para 24 productos de la canasta básica.

Particularmente el precio de la tortilla preocupa al Ejecutivo federal, quien semanas antes dijo “Si me preguntan cuál es ahora mi preocupación principal es el aumento en el precio de la tortilla. Vamos a reforzar el plan antiinflacionario, más que en otras cosas, porque eso afecta a la gente y es lo que más me ocupa”.

La inflación de este 2022 es reconocida de mayor complejidad y durabilidad que lo previsto por la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), por lo que no se alcanzará una tasa general del 3% anual hasta 2024.

La inflación esperada como transitoria, se ha mantenido en el 8,7% anual, el nivel más elevado para un período igual de los últimos 22 años en el país. Banxico pronuncia la persistencia de la inflación actual aunada a presiones inflacionarias externas dadas por el Covid-19 y el conflicto geopolítico.

Recién se dio a conocer que se  elevaron la tasa de interés al 9,25%, cifra que no se había presentado nunca antes. Dicha tasa representa el undécimo incremento consecutivo y el tercero de 75 puntos base. Ante choques inflacionarios de una magnitud mayor a la anticipada y la perspectiva de que sus efectos sean más duraderos de lo previsto, los pronósticos para las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza para todo el horizonte de pronóstico.

En este contexto, el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico continúa con un considerable sesgo al alza.

Banxico prevé ahora que la inflación general promedie un 8,6 % anual en el último trimestre de 2022 tras la expectativa anterior de 8,1 % 

No obstante, en julio la actividad económica se recuperó, luego de la debilidad registrada en mayo y junio. Entre los factores positivos para la economía mexicana, el banco central resaltó “el buen desempeño de las exportaciones”, una recuperación en la inversión y una mejora en los indicadores del mercado laboral, que está en una situación similar a la de antes de la pandemia.

Por otro lado, la mayoría de la Junta de Gobierno pronosticó que el crecimiento de la actividad económica en el tercer trimestre de 2022 se desacelerará frente a lo observado en la primera mitad del año, cuando el producto interior bruto (PIB) de México creció un 1,9 % interanual.

Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1

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