Por Diego Mendoza | Pablo Hernández

La Diócesis de Tepic inicia este 2023 con gran júbilo en la celebración. Como es tradición, las calles empedradas de la comunidad de Talpa de Allende se inundan de romerías integradas por los miles de feligreses que año con año, sin importar la fecha, van a venerar a su Santa Patrona, Nuestra Señora del Rosario de Talpa, que el próximo 12 de mayo cumplirá 100 años de su coronación.

Evento que no pasará desapercibido para la comunidad católica, que ya atestigua como la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Talpa junto a la Diócesis de Tepic alista los preparativos para celebrar la coronación de esta representación mariana, misma que fue realizada con la autorización del Papa Benedicto XV, el 12 de mayo de 1923.

Moldeada por las manos de artesanos tarascos de Michoacán, con una base de pasta de caña, hoy la Virgen de Nuestra Señora del Rosario destaca por su corona confeccionada por el maestro poblano, Don Miguel Ignacio López, quien utilizó finísimo oro, que adornan siete arcos de diademas en relación a los dones del Espíritu Santo, así como dos series de perlas mentadas al aire en su faja interior, mientras que en la superior una esfera que representa el mundo y sobre la cual está la Santa Cruz.

Son más de 119 brillantes, 11 diamantes, seis esmeraldas, tres zafiros y 119 perlas de distintos tamaños, las que ornamentan la celestial figura, que con su luz marca el camino a seguir de los miles de feligreses que a través de distintos transportes o incluso caminando arriban al templo a venerarla.

De acuerdo con los registros eclesiásticos, Nuestra Señora del Rosario arribó a la entonces Villa de Talpa, en 1585, convirtiéndose en un ícono de veneración. La razón, son los múltiples milagros que se le han atribuido a lo largo de estos cientos años.

Fue el viernes 19 de septiembre de 1644, cuando se registró el primero de ellos. En ese entonces el párroco, Don Pedro Rubio Félix, después de oficiar la santa liturgia, tomó la fría decisión de ordenar el entierro en un pozo en la sacristía la imagen de esta Virgen María.

“La acción deletérea del tiempo y los múltiples comejenes y demás insectos que acarreaban las flores del campo, fueron ejerciendo poco a poco su acción destructora en aquella escultura que por ser de materia tan frágil y deleznable, pronto se vio tan destruida, carcomida y desfigurada, que causaba indevoción”, se puede leer en La Auténtica, el primer documento que se escribió acerca de la celestial Señora que refleja su estado en ese entonces.

Sin embargo, al proceder a cumplir la tradición, milagrosamente la imagen de la vida regresó a la vida, restaurando su figura ante la mirada de propios y extraños.

Con el pasar de los años, más milagros surgieron alrededor de Nuestra Señora del Rosario que recibió su corona de manos del Excelentísimo tercer Obispo de la Diócesis de Tepic, Don Manuel Azpetia y Palomar hace un centenar de años, por lo cual hoy Jalisco y Nayarit se hermanan en esta mítica zona serrana en la que esta Virgen encontró su hogar.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí