“En México el poder es más codiciado que la riqueza. Si es usted millonario, le será difícil —casi imposible— pasar de los negocios a la política. En cambio puede usted pasar de la política a los negocios”

Octavio Paz

Por Ernesto Acero C.

JUAN S. MILLÁN: EL PACTO CON EL “PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN”.

Primero fue la gestión comedida, el trabajo de acercamiento, todo en favor de un arreglo ventajoso para todos. Ahora, la crítica, el análisis, las reflexiones y las advertencias han sido implacables. En esas palabras puede encontrarse el látigo con el que se fustiga a irresponsables y a quienes actúan con vulgar contubernio. No queda títere con cabeza tras las declaraciones formuladas por el Gobernador Miguel Ángel Navarro, al abordar el expediente Ingenio de Puga-“Sindicato” obrero.

No es una novedad. En México existe una triste, lamentable historia en la esfera de dirigencias sindicales que trabajan para beneficio propio y no del de sus “representados”. De ahí han derivado conceptos como “charrismo sindical”, o denominaciones como “sindicato blanco”. El tema ha sido abordado por el Gobernador de Nayarit Miguel Ángel Navarro Quintero.

En alguna ocasión, en extensa entrevista del diario “Excelsior” con Juan S. Millán, el dirigente cetemista sostenía que los dirigentes sindicales habían promovido un gran acuerdo con el partido de la Revolución Mexicana, mismo que se tradujo en escaños en el Senado, en curules en la Cámara de Diputados y en la entrega de gubernaturas a varios “líderes obreros”; el mismo Juan S. Millán luego sería gobernador de Sinaloa. Ese mismo acuerdo, agregaba, se convertiría en un mal procesamiento de los intereses de los trabajadores de México.

Un ejemplo verdaderamente indefendible, es el de la dirigencia de los trabajadores de la Universidad Autónoma de Nayarit, que tiene de rodillas a esa institución. Otro ejemplo es el que el mismo Gobernador Navarro menciona, que es el de la representación de un sector de los trabajadores al servicio del estado. Al respecto, el mandatario se ha referido a esos que “se quieren lavar las manos, los líderes sindicales de los trabajadores del gobierno del estado”. Al respecto, ha manifestado reclamando, al decir “Que no se laven las manos. Si ellos anduvieron en las campañas, muy graciosos levantándole las manos a los que les dieron a ellos, más que a los trabajadores, muchas prebendas. ¡Ya basta que quieran seguir abusando del pueblo”! Y es verdad, ¿cómo es posible que valiosas propiedades adquiridas por un sindicato, hayan pasado a ser escrituradas a nombre de sus “líderes”? Estamos ante un caso de “sindicalismo” que beneficia a sus líderes y que deja hipotecados a los trabajadores. Todos sabemos la respuesta a una pregunta que surge implacable: ¿quién se chupa el dedo ante tales prácticas?

Ahora que las finanzas públicas fueron llevadas a su máxima vulnerabilidad, hay quienes hacen como que no recuerdan nada, en un caso que podría ser denominado “alzheimer sindical”. Por ese motivo, el titular del Poder Ejecutivo ha expresado que “Habían de ver las propiedades que luego quieren decir las puso a su nombre a la señora, porque no las podía poner a nombre del sindicato. ¡Caramba, por favor!, no somos niños que nos chupamos el dedo. Sí, ¡ya basta!: si las condiciones de Nayarit son estas, es porque aceptaron ellos y se coludieron”.

Ese mismo charrismo sindical es el que tiene a los trabajadores del ingenio de Puga y a los productores de caña en complicada situación. La dirigencia nacional de los trabajadores cañeros que “laboran” en la factoría instalada en Puga, parecen trabajar más a favor de los dueños de la empresa, han abandonado a los trabajadores que dicen representar y el gobierno estatal ha debido salir al paso para evitar que la gente desfallezca de inanición. El gobierno ha salido al paso para apoyar con un poco de efectivo y con despensas a los trabajadores en activo y a los jubilados de esa empresa, que han sido abandonados a su suerte por sus mismos “líderes”.

La “dirigencia” nacional de los obreros azucareros de la sección a la que pertenece el Ingenio de Puga, parece apoyar a los dueños de ese negocio, para lograr que se declare en quiebra y de esa manera lograr que se queden sin efecto los adeudos que han enriquecido a sus propietarios. En este caso, la colusión de “líderes” y de “propietarios” se suman sin que se tenga la más elemental misericordia por la vida, por el bienestar de los trabajadores.

Con todo y que el gobierno estatal carga con un margen de maniobra en extremo estrecho en la esfera financiera, el doctor Navarro Quintero ha salido al apoyo de los trabajadores del ingenio de Puga. Ha reconocido que hacerlo no ha sido nada sencillo. No obstante, reflexiona al respecto: “Yo se los dije. Para mí el servicio público es como los toros: no es graciosa huida, sino apasionada entrega. Y aquí hay que entrarle todos al toro”. El llamado a los protagonistas es claro como también es una advertencia contundente que deben escuchar los que pretenden obtener salidas fraudulentas.

El gobernador ha tendido puentes para resolver los problemas del ingenio de Puga. No obstante, los dueños de esa empresa parecen atenidos, quizá, a una salida providencial. Quizá ya están pensando en un rescate por parte del gobierno federal. Quizá ya estén pensando en vender la empresa como chatarra inservible. Quizá ya sacaron el máximo provecho y ahora pretenden salir huyendo del problema. Quizá dieron el escobazo al panal y ahora salen corriendo del problema que han creado. Pero también quizá ya estén metidos en un problema mayor que el que han promovido de la mano de los dirigentes de los “obreros” a quienes ahora abandonan como perros.

El problema que han creado los dueños del ingenio de Puga puede ser el final de una historia que pudo tener un final feliz. De esa historia salen a relucir los peores vicios que tienen en mala condición a vastos sectores de los trabajadores de México. Sale a relucir que no todos los empresarios saben y desean hacer las cosas bien. Hay de líderes a “líderes”, y hay de empresarios a “empresarios”.

Los protagonistas del asunto Ingenio de Puga, por una u otra razón, han tensado peligrosamente la cuerda. Todavía están a tiempo de aprovechar la mediación de un gobernador que posee sólida calidad moral para intervenir. Deben aprovechar la habilidad y pericia de un Secretario General de Gobierno como Juan Antonio Echeagaray, que sabe resolver de manera salomónica cualquier problema. Solamente que, ni tirios ni troyanos, ni obreros ni empresarios, deben confundir la voluntad. con debilidad.

El gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero tiene plena y sincera voluntad para que la empresa salga adelante. Seguramente la empresa va a salir adelante; con, sin, o a pesar de sus actuales propietarios. Aquí, solamente habrá dos salidas posibles de las que no procede dar detalles. Una, en la que todos ganan: la que deriva de la inteligencia, la negociación y la buena voluntad. La segunda, en la que los muertos habrán de enterrar a sus muertos, a la que se llega por la misma ruta de Alejandro El Grande, que significa resolver el reto del nudo gordiano.

Hablando se entiende la gente. Pero no se debe confundir voluntad con debilidad. Aquí nadie se chupa el dedo. Ahora sí, procede la advertencia shakesperiana: ¡cuidado con los idus de marzo!

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