El día de ayer hubo de todo como en botica, pero principalmente debemos de dar gracias a Dios por la aparición de nuestro director general, en MERIDIANO, Jorge Enrique González Castillo.
TENÍA UNA MISIÓN
Sabíamos que Enrique había salido a cumplir con la sagrada y delicada misión de hacer tratos con la publicidad en la Ciudad de México.
Sin embargo, también todos teníamos conocimiento que su estado de salud es frágil, puesto que habría sufrido un infarto que lo mantuvo alejado de los medios por mucho tiempo, casi a su llegada al Periódico y de tomar las riendas en sus manos.
ALGO LE SUCEDIÓ
Como es de todos conocido Jorge Enrique maneja el rotativo desde la Ciudad de Tepic, desde donde le resulta más práctico desplazarse a Guadalajara o Ciudad de México, por cualquier tema de publicidad o de información, que pudiera suscitarse.
Lo más importante es que Jorge Enrique está sano y salvo, al ser encontrado en un parque, eso si, visiblemente desorientado pero fuerte como es. Ayer su hija Itzel ya tuvo contacto con él y lo más importante es que está a salvo.
CAYETANO Y SERGIO
Agradezco a mis amigos Cayetano Frías Frías y Sergio Ramírez Robles, “El Cubo”, que desde sus diferentes áreas de comunicación se mantuvieron alertas y preocupados por lo que le estaba pasando a nuestro colega. Un abrazo y no tengo como agradecer a cada uno de ustedes, mil gracias.
SE SOLIDARIZARON
Gracias a Azucena Uresti, a Joaquin López Dóriga, a los periódicos El Financiero, El Universal, en fin tantos colegas nuestros que se preocuparon y compartieron la información, también hubo el expresidente, Vicente Fox Quesada, que quiso montarse culpando a Andrés Manuel López Obrador con el siguiente texto:
“Desaparición del periodista Jorge Enrique Castillo… Uno más a tu cuenta López, ¿cuándo te vas?
zurdos y los derechos está muy sobado, así que preferimos que no nos metan en sus asuntos.