Por Hugo Cervantes
La fotografía es como escribir fragmentos del tiempo sobre un libro. Escribes eso que te cautiva, te importa, o simplemente algo que se tiene que decir o que quieres decir. A la imagen le imprimes tus sentimientos y emociones, y lo transmites al espectador.
Yo conocí la fotografía cuando tenía como 14 o 15 años, en unas vacaciones con mi familia, una cámara análoga Polaroid de mi papá.
Hoy soy de los que pueden ver a través de una cámara situaciones que te hacen reflexionar, principalmente sobre la vida y la muerte.
Con un clic he logrado dar felicidad al congelar un momento que llenará los corazones de una familia, como lo es el nacimiento de un bebé. Pero también con esa misma cámara he visto, situaciones de suma tristeza, dolor y llanto. La muerte sin duda alguna, es y será lo más complicado para mi labor periodística y sobre todo como fotógrafo.
Siempre he dicho que, al fotografiar, por ejemplo: la nota roja, se debe hacer con respeto, Dignificar la Muerte es algo que siempre está en mi mente. Se escuchará mal decirlo así, pero es hacer foto artística de un suceso, no algo abrupto o sangriento, sino de una muerte trágica por más brutal que sea; retratar lo más digno de los restos humanos, pongámonos a pensar que amigos y familiares podrán ver en algún momento la información de lo sucedido.
Lo digo por qué, debe prevalecer el sentido profesional de informar y comunicar un suceso, no alimentar el morbo o amarillismo, hay demasiada basura en el mundo como para contribuir a que se siga pudriendo más.
La fotografía me ha llevado a lugares, festividades, política, vida social y momentos históricos; aspectos que quedarán en la línea temporal para el futuro inmediato. Quizá, o tal vez para quienes en unos años más necesiten información visual.
Amigos y colegas que se dedican a la fotografía saben a qué me refiero, y quienes lo hacen con un celular entenderán un poco de lo que hablo, pero todos llegaremos a la misma opinión; es y será siempre el instrumento para recordar, decorar, comunicar, trascender, aportar a la historia; en pocas palabras te conecta con el mundo y su tiempo.
Quienes me conocen saben de mi trabajo fotográfico, el compromiso, pasión. y gracias ello he logrado reconocimientos, locales, nacionales y algunos internacionales.
La fotografía es magia, alimento para el alma y el corazón. ¿Quieres conocer más sobre fotografía? Búscanos en Facebook @NayarFoto.



