2024, la elección con resultados previsibles

Operación cicatriz; operación política. Adán Augusto y Navarro, sin titubeos. En política no hay enemigos pequeños. Nunca se debe descuidar a los amigos

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Por Ernesto Acero C.

El resultado de la elección presidencial es harto predecible: Claudia será Presidenta de México en 2024. Lo peor que puede ocurrirle a Claudia Sheinbaum es ceder a la confianza de un triunfo anunciado. Ese es el peor escenario, el de la confianza excesiva que lleva a la arrogancia, que ensoberbece; no obstante, ni así parece que pudiera perder la elección.

Tras el proceso interno de la alianza que encabeza Morena, podrían registrarse algunas cuarteaduras. Procede el despliegue de la operación política que sirva de operación cicatriz. En Nayarit, el cierre de filas en torno a Claudia Sheinbaum lo encabeza Miguel Ángel Navarro. Lo hace al lado de López Obrador y de Adán Augusto, por disciplina, respeto y convicción. El respeto debe presidir el diálogo.

En política nunca se sabe por dónde saltará la liebre. Parecía que el rebelde morenista era Ricardo Monreal y ahora ha dado muestras de disciplina.

Hasta ahora, Claudia que ha sido objeto de un cierre de filas desde diferentes dimensiones. Procede observar que entre los que han cerrado filas en torno a Claudia, están el ex aspirante Adán Augusto López Hernández y el Gobernador de Nayarit Miguel Ángel Navarro Quintero.

A Ebrard Casaubón se le han ofrecido otras siglas. Ha sido clave en la transformación del país; no empañará su propia historia. La alianza que encabeza el PAN, podría sacrificar con absoluta frialdad, a su candidata y reemplazarla por Marcelo, pero Ebrard no sería capaz de ninguna manera, de aceptar tal desatino.

En política no hay enemigo pequeño. Por tanto, procede evaluar el impacto que podría tener sobre el resultado electoral, para la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum. Este razonamiento no tiene solamente fines cuantitativos, sino cualitativos.

En política no hay amigos pequeños, aunque mezquinamente se les trate con la punta del pie. La operación política debe procurar un equilibrio entre amigos y aliados. No se debe descuidar ni a unos ni a otros, y menos cuando el futuro es tan promisorio como el que le depara a Morena.

La operación política con respuestas rápidas ya se vislumbra en el equipo de Claudia. Empieza a percibirse su liderazgo ahora que un buen número de sus simpatizantes la han emprendido contra Marcelo Ebrard. Por el contrario, Claudia ha tendido la mano al ex canciller.

Algunos patean en el suelo a Marcelo. No lo hace así Claudia. Por el contrario, Claudia llama a la unidad interna, llama a sumar fuerzas, voluntades y propuestas. La cohesión interna en Morena está aún en curso.

Otras figuras como Adán Augusto López Hernández, ha mostrado disciplina, respeto y humildad ante los resultados de la serie de encuestas que se realizaron. Lo mismo aplica en el caso de Ricardo Monreal, que es el que parecía ser el más rebelde.

¿Cómo ganará las elecciones Claudia Sheinbaum? Las ganará con propuestas, con un discurso que ratifique el proyecto de transformación en el que se ha comprometido el país.

¿Cómo perderá las elecciones la candidata del PAN-Pri, prd? El discurso de odio contra el Presidente es la clave para su derrota. Saber que eso es lo que la va a hacer perder, no significa que vaya o pueda cambiar sus planteamientos. La candidata del PAN logró la candidatura por su odio contra el Presidente y eso mismo la va a conducir a la derrota.

La peor enemiga de la candidata del PAN es ella misma. No tiene propuesta, excepto la descalificación. La candidata del PAN no tiene ideas, y empeora cuando vemos que lo que le sobra es el odio, su odio contra el Presidente López Obrador. Más todavía, parece mostrar una gran misandria, concepto inverso a la misoginia.

La candidata del PAN, ¿cómo es que pretende ganar popularidad? Sus palabras muestran la estatura de la candidata panista. Dice la candidata que en su gabinete no cabrán “Ni rateros, ni huevones, ni pendejos”. Esos son los términos “ideológicos”, que arroja su lengua. Si se le exprime más todavía, no saldrá de ella ni una sola gota de inteligencia. Está seca. De ella parecen salir solamente gesticulaciones vocingleras y discurso visceral.

A Claudia Sheinbaum se le reconocen credenciales académicas, intelectuales, con nivel de excelencia. Su trayectoria personal la define en el terreno político, ideológico, administrativo y social. El lopezobradorismo de Sheinbaum creció de manera paralela a la evolución política de López Obrador. El liderazgo de Claudia es histórico, le costó construirse. Esa es la mina de donde puede echar mano la candidata (sea dicho sin rodeos) de Morena: de su experiencia y de su liderazgo.

Naturalmente que se debe reconocer que la sombra de López Obrador es de grandes proporciones. No obstante, debe quedar claro al seno de Morena, que la candidata es Claudia, no López Obrador. Para que Claudia logre resultados electorales parecidos o mejores que los de 2018, requiere asumir de manera plena el liderazgo de su movimiento. Tiene con qué lograr el objetivo: tiene liderazgo, tiene disciplina, talante contemporizador y ánimo incluyente.

Es una pena que la alianza que lidera el PAN haya postulado a una persona tan gris que se mueve por su odio a López Obrador. Con una candidata así, Claudia bien podría irse a su casa y ganaría sin hacer campaña. No obstante, Claudia Sheinbaum realizará una campaña para crear conciencia, para movilizar a los sectores sociales, para demostrar el perfil de su propio liderazgo, ese liderazgo que se requiere para dar un paso más hacia una profunda transformación del país.

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