Monitor Político | Los informes de los gobiernos municipales

Se esperan cifras, obras y acciones para el progreso. Sin embargo, el pueblo exige transparencia y rendición clara de cuentas. Es necesario el manejo escrupuloso de los recursos públicos y la vigilancia de las auditorías

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Por Julio Casillas Barajas

NO SE HAGAN BOLAS, LA SOCIEDAD ESTÁ ATENTA

Aunque la sociedad juzga a su manera el desempeño de cada uno de los presidentes municipales (mujeres y hombres), sabemos que dentro de las funciones  de los mismos están las de ejecutar las decisiones del Ayuntamiento, ser el conducto para presentar las iniciativas de Ley en materia municipal, cumplir y hacer cumplir las leyes y reglamentos aplicables en el Municipio, representar al Ayuntamiento en la celebración de actos y contratos. El Cabildo es el órgano colegiado al cual debe someter su tarea pero el jefe supremo es el pueblo.

Un municipio debe  estructurar y gestionar su administración y sus procesos presupuestarios y de planificación para dar prioridad a las necesidades básicas de la comunidad y promover el desarrollo social y económico de la comunidad sin faltar la participación en programas de desarrollo, estatales y nacionales. Es la célula geopolítica más cercana al pueblo y pilar del Federalismo, por su desempeño y autonomía.

Desde luego que los objetivos estratégicos Institucionales permiten mejorar las condiciones de su población aplicando programas destinados a elevar el nivel de vida de manera democrática y participativa. La coordinación institucional es básica para un progreso conjunto en una entidad y en todo el país.

CUENTAS CLARAS, AMISTADES LARGAS

En los 20 ayuntamientos de la entidad, rendir cuentas claras permite generar políticas de transparencia, honestidad, honradez y pulcritud en el manejo de los bienes y dineros puestos a su disposición por mandato popular. La sociedad exige funcionarios probos, responsables y dignos de encabezar los esfuerzos sociales; ya no más pillajes ni malversaciones sino el limpio manejo de los presupuestos para garantizar el destino correcto de las inversiones y gastos diarios.

Los informes municipales, en Nayarit, se efectúan como establece la Constitución. Ya se efectuaron los correspondientes al viernes 3 de noviembre en Santa María del Oro; el sábado 4 de noviembre en Huajicori y Santiago Ixcuintla, y el domingo 5 de noviembre en San Pedro Lagunillas, Compostela y Xalisco.

LOS QUE VIENEN, IGUAL DE INTERESANTES

Para el jueves 9 de noviembre están previstos los informes de  Acaponeta, La Yesca, Rosamorada,  Tecuala y Tepic. Luego seguirán, si es que no hay cambios de última hora, los del viernes 10 en  Jala, Ahuacatlán, Ixtlán del Río y Bahía de Banderas, y el sábado 11, en San Blas, Amatlán de Cañas, Tuxpan, Del Nayar y Ruiz.

Claro está, como estamos hablando de un estado en constante movimiento las fechas son susceptibles de modificación pero los proyectos así están pactados para que el pueblo acuda, además de los propios regidores y funcionarios municipales, los representantes de los poderes e invitados especiales provenientes de los diversos sectores de la población.

AIRES DE BENEFICIO POLÍTICO PARA UNAS Y OTROS

Si bien es cierto que los analistas políticos consideran que los informes son parte del “trampolín político” que buscan afanosamente ciertos políticos actuales, también el pueblo disfruta de una fiesta popular en  un ambiente de algarabía; sin duda,  esos actos son motivo de acontecimientos locales adonde asisten los comisariados ejidales, representantes de las colonias populares, partidos políticos y hasta los medios de comunicación a levantar la noticia, entrevistas y dar paso a las noticias, chismes, rumores, trascendidos y demás temas que le ponen sabor al caldo. Todo se vale en estos resúmenes anuales en cada municipio.

Habrá que estar muy considerados para revisar a fondo el  documento presentado, cada punto, cada coma, las líneas ofrecidas en los textos, para así detectar mentiras, exageraciones y abusos por parte de las y los exponentes. O elogiar la veracidad. Ya la gente rechaza las mentiras, las trampas, los embustes, por lo que es necesario privilegiar la verdad, hablar con el razonamiento puro de los hechos y las argumentaciones llanas cuando los planes no se cumplen. Es mejor así a que los servidores públicos dibujen un mundo de imaginación y de patrañas que después se desmoronen con el peso de la realidad.

VEREMOS Y DIREMOS.

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