Por Judith Chávez
Según el INEGI, en 2020, 2.7% de la población de 60 años o más no contaba con ingresos económicos. Este porcentaje representa aproximadamente 1.6 millones de mexicanos.
Hay muchas situaciones que no pueden sucedernos en la vida, hay algunas cosas que no dependen de nosotros, pero van a suceder, lo que no puede suceder que, si depende de ti, 100% de ti, es llegar a la edad adulta sin dinero y sin salud. Las dos las puedes cuidar, puedes asegurarte de tener una buena salud, alimentándote bien, haciendo ejercicio, haciendo lo que tienes que hacer, chequeos médicos regulares, ejercicio constante, etc. Pero el segundo tema importante, el que nos atañe, es el tema de nuestras finanzas. Solo dos de cada cien mexicanos, se da el lujo de llegar a la edad adulta con dinero, después de haber trabajado 40 años de su vida.
Dos de cada cien mexicanos que tienen hoy entre 60 y 65 años, tienen el dinero suficiente para decir: ¡Hakuna Matata!, he trabajo 40 años de mi vida y hoy, puedo darme el lujo de descansar o de medio trabajar o trabajar los días que yo quiera, me puedo dar el lujo de un martes irme a la playa, de un jueves quedarme en casa, me puedo dar el lujo de viajar un mes al año, soy el abuelo que invita a sus nietos a comer, a viajar, soy ese abuelo que todos quieren invitar porque siempre llega con algo en las manos.
La triste realidad es que el 98% de los abuelos llegan a las fiestas, a las bodas, a los quince años, a los cumpleaños con las manos vacías. Así que hoy es el momento indicado de ahorrar a través de un sistema serio y de bajo riesgo para que asegures si o si, llegar a la edad adulta con dinero, no hay otra manera, es a través de la inversión y el ahorro la manera en que vamos a llegar a la edad adulta con dinero. Inversiones sabias, inteligentes de mediano y bajo riesgo.
¿Se dice fácil no? ¡ahorre! ¡invierta! pero ¿en qué voy a invertir? Sí se necesita mucho dinero para hacerlo. De pesito en pesito se llena el cochinito, con una mejor actitud, con el instrumento de inversión que más se adapte tu perfil y a tu capacidad económica, permitiendo que suceda la magia del interés compuesto.