En mi colaboración anterior exploré el Informe Mundial 2024 de “Human Rights Watch” desde el mensaje de su directora ejecutiva Tirana Hassan, escrito desde la idea clave de que el sistema de Derechos Humanos esta bajo amenaza y desde la expresión metafórica que en medio de las tinieblas se ven algunos destellos de esperanza.
Pues bien, esta vez, mi colaboración, mis “palabras” pretenden explorar el capítulo dedicado a México en dicho informe, un capítulo a partir del cual parece justificado decir que el sistema de Derechos Humanos está amenazado en nuestro país y que, a pesar de todo, “en medio de las tinieblas se ven algunos destellos de esperanza”.
El primer párrafo del capítulo dedicado a nuestro país es contundente: “El presidente Andrés Manuel López Obrador, que asumió el cargo en 2018, ha hecho pocos avances para atender a los desafíos en materia de derechos humanos en México, incluyendo la violencia criminal extrema, abusos contra migrantes, violencia de género, ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos, tortura, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales”, si bien es matizado en el siguiente en el que hace mención de la disminución de la tasa de pobreza del 41,9% al 36.3% entre 2018 y 2022 y del aumento al salario mínimo y la casi duplicación de remesas de los mexicanos en el extranjero como posibles factores de esa disminución.
En el cuerpo del capítulo, sin ir mucho más allá de la enumeración, aborda diversos temas en los que se puede concretar, sin negar los destellos de esperanza, la amenaza al sistema de Derechos Humanos.
Como podría esperarse, los primeros temas abordados tienen que ver con seguridad y acceso a la justicia, tortura, detenciones arbitrarias, abusos militares y desapariciones.
En relación con ellos, se encuentran algunos datos conocidos y otros que no lo son tanto…
“La tasa de homicidios descendió de 28 a 25,9 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2022, pero sigue siendo una de las más altas del mundo.”
“Las instituciones de procuración e impartición de justicia rara vez garantizan la rendición de cuentas por crímenes violentos y violaciones de derechos humanos. Alrededor del 90 % de los delitos nunca se denuncian. Un tercio de los delitos denunciados no son investigados por las autoridades. Poco menos del 16 % de las investigaciones se resuelven.”
“En la encuesta más reciente a personas encarceladas realizada por el organismo oficial de estadísticas en julio de 2021, casi la mitad de los encuestados señalaron que, tras ser detenidos, policías o soldados los habían sometido a abusos físicos.”
“Las autoridades recibieron al menos 15,904 denuncias penales por tortura entre el 1 de enero de 2018 y el 31 de marzo de 2023, según un registro nacional creado por la Fiscalía General.”
“El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias visitó México en septiembre y expresó su preocupación sobre que “la detención arbitraria sigue siendo una práctica generalizada en México.”
“Las fuerzas de seguridad pública están legalmente obligadas a registrar las detenciones que realizan en el Registro Nacional de Detenciones, creado en 2019. Sin embargo, tanto el Ejército como la Marina siguen deteniendo a civiles sin informar de estas detenciones en el registro.”
“Existen evidencias de que la Secretaría de la Defensa ha utilizado el programa de espionaje Pegasus durante el gobierno de López Obrador para espiar ilegalmente a defensores de derechos humanos, periodistas, políticos de partidos de la oposición y altos funcionarios del gobierno.”
“En septiembre, funcionarios mexicanos comparecieron ante el Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED) de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, tras la visita del CED a México en 2021. Los miembros del CED expresaron preocupación por la “impunidad casi total” de las desapariciones y el creciente número de amenazas, ataques y asesinatos de quienes buscan a familiares desaparecidos.”
En el ámbito del acceso a la información pública, por su parte, señala que la transferencia de cientos de funciones gubernamentales a las Fuerzas Armadas “limita el acceso a información pública, pues con frecuencia los militares se niegan a cumplir con las solicitudes de transparencia”.
En relación con los periodistas y defensores de derechos humanos, se señala: “México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. Desde enero hasta septiembre de 2023, ocho periodistas fueron asesinados. En el primer semestre de 2023, Artículo 19 registró 272 amenazas, ataques u otras formas de agresión contra periodistas. Muchos periodistas recurren a la autocensura”. “México es también uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de derechos humanos. En 2022, 22 defensores de derechos humanos fueron asesinados, según la organización de derechos humanos Comité Cerezo”.
En relación con los derechos de las mujeres y niñas, señala como destello de esperanza la legalización del aborto en diversos estados y la resolución de la Suprema Corte que declara inconstitucional su criminalización, pero menciona también: “En 2022, el gobierno contabilizó 3,757 asesinatos de mujeres. De este total, la cuarta parte se consideraban femicidios, es decir, asesinatos perpetrados contra mujeres por su género”.
En relación con el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, señala: “Como uno de los 15 mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, México está contribuyendo a una crisis climática que afecta cada vez más los derechos humanos en todo el mundo”.
Más allá del capítulo dedicado expresamente a nuestro país, es conveniente recordar que en el mensaje de la directora general se refiere al trabajo conjunto llevado adelante por los gobiernos de Biden y de López Obrador “para expulsar o deportar hacia México a decenas de miles de migrantes en EE. UU. e impedir que miles más lleguen a EE. UU. en busca de seguridad, aun cuando saben que son blanco de secuestros, extorsiones, agresiones y otros abusos” como ejemplo de diplomacia transaccional en la que los gobiernos “pasan por alto los beneficios de las relaciones a largo plazo con el fin de lograr beneficios inmediatos en materia de comercio o de seguridad”.
Desde una perspectiva crítica, se puede decir que en el mensaje de la directora ejecutiva de HRW hay afirmaciones graves que se aplican a la dinámica que ha tomado en años recientes el sistema de los Derechos Humanos en nuestro país, entre las cuales, señalaría dos:
“Algunos gobiernos adoptan frecuentemente un doble criterio al momento de aplicar el marco de derechos humanos: condenan abiertamente a unos países y guardan silencio en relación con otros.
“Los autócratas se han esmerado en erosionar la independencia de instituciones clave que son cruciales para proteger los derechos humanos, y en reducir el espacio para las expresiones de disenso con el mismo propósito: ejercer el poder sin restricciones.”