“Diez son los de casa, los demás se han ido integrando, propiamente no son perros policía, pero sí ejercen funciones como rondines a lado de los uniformados que cuidan el primer cuadro de la ciudad, la mayoría son agradecidos por recibir alimento, cuidado y cariño totalmente gratuito a las puerta de presidencia municipal”, sostuvo bastante emocionada y orgullosa Mary Carmen, trabajadora del ayuntamiento capitalino, quien se encarga de entregar los turnos para recibir atención en las oficinas de registro civil y quien prácticamente ha sido la tutora de estos canes que llaman bastante la atención sobre la vía pública al caminar en manada y de manera muy peculiar junto a los policías que cuidan de la paz y el orden de la ciudad.
“Estos perritos han llegado aquí como consecuencia del abandono y maltrato que seguramente les dieron, tu servidora llega aquí hace apenas un año, yo los veía que no tenían nada y comencé a darles de comer, a darles sus croquetas, su agua y demás; desde luego que hay un perro que es mi favorito y que tiene una mirada muy triste, por eso lo bautice como el ojos tristes, a él le empiezo a traer de comer, los demás fueron llegando y ahora les traigo de comer a todos; repito permanentemente son seis perros machos, todos castrados y una perrita, el resto va y viene; qué más quisiera yo tener un espacio en mi casa para poder llevarlos a todos, pero es imposible”.
El altruismo en Carmelita se ve y se respira por todos lados, el cuidado es permanente, los perros han aprendido por intuición, responden a la agresión, defensa o cariño, según el comportamiento de los ciudadanos que intentan acercarles: “Son los que cuidan la presidencia, no son agresivos si no se les lastima, al contrario cuando huelen peligro reaccionan, casi siempre acompañan a los policías en sus rondines; es tanto el aprecio a los uniformados que es más, hay ocasiones en que los perros con tan sólo ver pantalones azules emprenden la caminata sobre los andadores de la plaza principal, la mayoría son nobles y muy mansos; obvió si ven agresión responde de igual manera”.
La mayoría responden y atienden indicaciones por su nombre: “Manchas, no es agresivo pero no se deja tocar, Pancho es más el escándalo que hace cuando veo otro perro pero sólo lo hace para marcar su territorio, no hay ataque ni agresión, Naricitas que es el que tiene cáncer tiene problemas en su nariz, Ojos tristes triste, el Líder, el Palomo, el Manchas y otros que ahorita se me escapan de la mente. ¿Una pregunta, cómo solventa el tema de los gasto de la comida para estos animales de la calle?- Yo siempre digo que hay un dios y él es el que me ayuda, la pollería Bugarín me da precio por kilogramo y ahí nos la llevamos, así que todos los donativos son bienvenidos aquí en el ingreso de la presidencia”.