La violencia familiar sigue siendo una problemática que afecta gravemente a la sociedad mexicana, con una tendencia al alza en todo el país. Según el reciente reporte de Incidencia Delictiva y Llamadas de Emergencia 911 de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, las denuncias por violencia familiar se han casi cuadruplicado en los últimos nueve años, pasando de 7 mil 721 casos en enero de 2015 (siendo el mes y año que menos se tuvieron) a 27 mil 499 casos en mayo de 2024 (es el mes con el registro más alto en estos años).
En lo que va del año 2024, se han registrado 119 mil 291 denuncias por violencia familiar en todo México, de las cuales mil 076 corresponden al estado de Nayarit. Esta entidad ha mostrado un incremento preocupante en las denuncias y llamadas de emergencia relacionadas con la violencia familiar. De abril a mayo, las denuncias en Nayarit aumentaron un 27.6 por ciento, un aumento significativamente mayor que el promedio nacional del 8.1 por ciento.
Las llamadas al número de emergencias 911 también reflejan esta tendencia al alza. En Nayarit, las llamadas pasaron de 3 mil 025 en abril a 3 mil 905 en mayo, 880 más en un sólo mes, manteniéndose en un promedio diario de 25.86 llamadas, ligeramente superior a las 25.20 llamadas diarias registradas anteriormente.
A pesar de este incremento en denuncias y llamadas, el Boletín Epidemiológico Nacional ofrece un dato alentador: las hospitalizaciones por violencia familiar han disminuido un 45.3 por ciento en comparación con 2023. Durante la semana 24 del año (del 9 al 15 de junio), se registraron 12 nuevas hospitalizaciones, sumando un total de 235 en lo que va del año. Este descenso contrasta con los altos niveles de hospitalización registrados en 2023 (430), un año que destacó por un incremento significativo de casos, muchos más que los presentados durante el encierro por la pandemia de Covid.
Este panorama refleja una crisis que requiere atención urgente. Mientras que las denuncias y llamadas de auxilio se incrementan, la reducción en hospitalizaciones sugiere que puede haber una mayor intervención preventiva o una mejor gestión de los casos antes de que lleguen a situaciones extremas o también a que el nivel de tolerancia de las víctimas llegó a su límite.
No obstante, el aumento en la violencia reportada subraya la necesidad de políticas más efectivas y un compromiso renovado por parte de las autoridades y la sociedad para abordar y mitigar este problema.
Las causas subyacentes del aumento de la violencia familiar no se detallan en el informe, pero es crucial que se consideren factores como la crisis económica, el estrés, y las dinámicas sociales cambiantes. Las autoridades deben intensificar sus esfuerzos en prevención, protección y apoyo a las víctimas, así como en la implementación de programas de educación y concienciación sobre la violencia familiar.
La sociedad mexicana enfrenta un desafío significativo en la lucha contra la violencia familiar. La creciente tendencia en denuncias y llamadas de emergencia exige una respuesta inmediata y efectiva para proteger a las víctimas y trabajar hacia una sociedad más segura y justa.
