Volantín | Momento de definición para Venezuela

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Cuando Nicolás Maduro llegó a la presidencia en 2013 muchos en Venezuela creyeron que su mandato no duraría.

Se le comparaba desfavorablemente con su antecesor, Hugo Chávez, un carismático militar que luego de encabezar un fallido intento de golpe de Estado en 1992 llegó al poder por los votos en 1998, convertido en un líder de masas que prometía una “revolución bolivariana” -suerte de segunda independencia- para refundar el país.

Chávez era un “pico de oro”, un líder carismático, cercano con la gente de a pie, conocido por su curiosidad intelectual y por ser un voraz lector que podía citar en un mismo discurso a Friedrich Nietzsche y a Mario Benedetti.

De Maduro, en cambio, se destacaba su aparentemente limitada capacidad oratoria y su lejano pasado laboral de un político que fue sindicalista y conductor de autobús.

Once años más tarde, sin embargo, Maduro busca un nuevo mandato en las elecciones presidenciales de este domingo siendo ya el tercer gobernante que más tiempo ha durado en el poder en Venezuela desde inicios del siglo XX, sólo superado por Chávez y por el dictador Juan Vicente Gómez.

Acusado de autoritario e incluso considerado presidente ilegítimo por muchos, durante su mandato el país ha experimentado importantes cambios y eventos que han transformado profundamente la historia del país y de la sociedad venezolana.

BBC Mundo relata cuatro de los más destacados.

1. La mayor ola migratoria en la historia contemporánea de América Latina

Durante el gobierno de Maduro, Venezuela ha vivido la mayor ola migratoria de la historia contemporánea de América Latina.

De acuerdo con cifras de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hay 7,7 millones de venezolanos viviendo fuera de su país. Eso equivale a más del 22% de los 34 millones de habitantes que las autoridades venezolanas proyectaban tener, a partir del último censo realizado en 2011.

Con estas cifras, la ola migratoria venezolana es mayor que la de Siria (5 millones personas) y que la de Ucrania (6,5 millones), dos países que llevan años sufriendo guerras.

Esta salida masiva de venezolanos al exterior va completamente a contracorriente de la historia de un país que, desde que comenzó al auge petrolero hace un siglo, se convirtió en receptor de migración y durante décadas fue lugar de acogida de personas procedentes, sobre todo, de otros países de América Latina y del sur de Europa.

Los expertos coinciden en señalar que detrás de la salida masiva de venezolanos está la severa crisis económica que ha vivido Venezuela y que incluyó un largo periodo con la mayor hiperinflación del mundo, así como problemas crónicos de desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

Durante años, Maduro ha atribuido las causas de esa crisis económica y de la ola migratoria a las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países en contra de su gobierno.

Pero las sanciones petroleras que realmente afectaron a Venezuela fueron impuestas por el gobierno de Estados Unidos en 2019 y que tanto la crisis económica como la ola migratoria empezaron varios años antes.

De hecho, las estadísticas del Fondo de Población de la ONU registran una contracción del número de habitantes en Venezuela ya desde 2017.

2. El primer país de América Latina investigado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad

El 3 de noviembre de 2021, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció la apertura de una investigación formal contra Venezuela por la presunta comisión de crímenes contra la humanidad en el contexto de la represión de las manifestaciones durante la crisis política que vivió el país en 2017.

Con ese anuncio, Venezuela se convirtió en el primer país de América Latina y uno de los pocos Estados del mundo en ser objeto de una investigación formal por parte de este tribunal internacional.

Maduro dijo entonces que respetaba pero no compartía la decisión de la Fiscalía de la CPI y la impugnó. Sin embargo, en marzo de este año la Cámara de Apelaciones rechazó los argumentos del gobierno venezolano y confirmó que el proceso continúa en marcha.

En relación con este caso, el fiscal de la CPI dijo en 2020 que había “bases razonables” para creer que funcionarios y militares venezolanos habían perpetrado ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas contra opositores que participaron en las protestas antigubernamentales de 2017.

En paralelo, desde 2019, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU estableció una misión internacional independiente para investigar ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos desde 2014 en Venezuela.

El gobierno de Maduro ha sido señalado además por usar la justicia contra los opositores. Según la ONG Foro Penal, hasta mediados de julio había en Venezuela 301 “presos políticos”, incluyendo 93 que no han sido condenados pero que llevan más de tres años sometidos a prisión preventiva.

Además, según datos del Foro Penal, al menos seis opositores han sido forzados a irse del país como condición para ser liberados, lo que equivale en la práctica a una pena de destierro que está prohibida en la legislación internacional de derechos humanos.

Las autoridades venezolanas niegan esto y aseguran que fueron estos opositores los que solicitaron marcharse del país.

De forma reiterada, el gobierno de Maduro ha rechazado todos estos señalamientos por supuestas violaciones a los derechos humanos y afirma que las detenciones y procesos puestos en marcha por los cuerpos de seguridad o por las autoridades judiciales están apegados a la ley.

 Con información de BBC Mundo

@salvadorcosio1

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