Monitor Político | Van por la inteligencia contra la inseguridad en el país

• Expertos ven con urgencia abandonar la militarización y priorizar cuerpos civiles • Eso sería en todo el territorio nacional • El déficit público nos afecta a todos, y la deuda más. • Reforma constitucional y sus implicaciones en los presupuestos

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OJALÁ PRONTO LLEGUEN RESULTADOS DOCUMENTADOS

Creemos que, para bien de todos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó la nueva Estrategia Nacional de Seguridad, enfocada en cuatro ejes para reducir la violencia y generar condiciones de paz en el país. Pese a ello, los expertos consideran que esta podría enfrentar desafíos como el fortalecimiento de las policías locales, la ausencia de una propuesta robusta para articular la inteligencia entre la Guardia Nacional, el Ejército, la Marina y los cuerpos civiles, entre otros.

“Lo primero, que es muy importante, es: no va a regresar la guerra contra el narco, de Calderón. No buscamos ejecuciones extrajudiciales, que era lo que ocurría. Nosotros, ¿qué vamos a usar? Prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia en esta estrategia de cuatro ejes”, dijo la presidenta.

EJES DE LA NUEVA POLÍTICA

El primero de cuatro ejes de la estrategia, los cuales fueron explicados por el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, es la atención a las causas, donde se prioriza el apoyo a las familias más vulnerables, con el objetivo de reducir la pobreza, cerrar brechas de desigualdad y evitar que los jóvenes caigan en las redes del crimen organizado. Como segundo eje estará la consolidación de la Guardia Nacional dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), además de que tenga un papel clave en la protección de las comunidades más afectadas por la violencia. El tercer eje plantea el fortalecimiento de la inteligencia e investigación. Además, la creación de una Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial dentro de la Secretaría de Seguridad, que contará con analistas y especialistas que facilitarán la creación de estrategias preventivas basadas en datos y patrones delictivos. Y el cuarto eje se enfocará en la coordinación interinstitucional, donde se plantea una colaboración constante entre las fuerzas de seguridad federales y estatales. El secretario subrayó que la seguridad es una responsabilidad compartida y que las fiscalías locales también deben desempeñar un papel crucial en la judicialización de los delitos. Entre las principales líneas de acción de la estrategia se incluyen la disminución de homicidios dolosos y delitos de alto impacto como la extorsión. García Harfuch destacó que se desarrollará un modelo de atención integral para atacar estos crímenes y fortalecer la capacidad de respuesta de las fiscalías locales.

COMPLICADO DÉFICIT PÚBLICO Y LA TERRIBLE DEUDA

Éste, medido a través de los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), se ubicó en niveles no vistos desde que se tiene registro, de acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).   El caso es que, entre enero y agosto pasados, los RFSP fueron de 1.10 billones de pesos, lo que representó un crecimiento de 53% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Por otra parte, el nivel de endeudamiento de este año, medido a través de los RFSP, es el mayor que se reporta para un periodo similar desde el 2008, cuando la Secretaría de Hacienda – hoy a cargo de Rogelio Ramírez de la O – empezó a llevar registro de este indicador. En un análisis, la organización México Evalúa señaló que la promesa de Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México, de no endeudar al país no se cumplió, dado que los RFSP muestran un nivel que es incluso mayor a años donde hubo crisis económicas.

LAS PROMESAS INCUMPLIDAS

La promesa de no endeudar al país quedó como eso: solo una promesa. De enero a agosto el déficit público superó el billón de pesos, el mayor para un mismo periodo desde el 2008 que se tiene registro. Frente al 2018, es tres veces superior: 203% en términos reales. Estamos hablando de que el gobierno no se había endeudado tanto como este año, ni en la crisis económica y sanitaria por el Covid-19, ni en la crisis financiera de 2008. Los retos para la nueva administración son enormes. Para este año, se espera que los RFSP cierren en un nivel de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel histórico. De acuerdo con Hacienda, este endeudamiento se dio para que el gobierno pasado lograra terminar con las obras prioritarias en infraestructura, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, y así no heredar estas presiones a la administración de Claudia Sheinbaum.

DEUDA EN 16.5 BILLONES DE PESOS

Ante el elevado déficit, el Saldo Histórico de los RFSP – la deuda en su medida más amplia – también mostró un incremento en comparación con el año pasado. A agosto pasado, la deuda se ubicó en un nivel de 16.5 billones de pesos, lo que representó un crecimiento de 11.5% en comparación con el mismo mes del año pasado. De este monto, 12.33 billones de pesos correspondieron a deuda contratada en moneda nacional, mientras que 4.2 billones de pesos a deuda contratada en el extranjero. Este año, el techo de endeudamiento aprobado por el Congreso de la Unión es de 1.9 billones de pesos en el mercado interno, mientras que para el endeudamiento externo lo autorizado fue por 18,000 millones de dólares.

El reto inmediato que deberá enfrentar la administración de Claudia Sheinbaum es disminuir, el siguiente año, los RFSP a un nivel más estable, entre 3 y 3.5% del PIB mediante una “consolidación fiscal”. Esta se lograría aumentando los ingresos presupuestarios, reduciendo el gasto público o mediante una combinación de ambas medidas. Sin embargo, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) existe el reto de reducir en 1.8% del PIB el déficit presupuestario. Así destaca la necesidad de una reforma fiscal integral que mejore la efectividad recaudatoria y promueva la equidad fiscal. A decir del CIEP, medidas alternativas pueden incluir aumentar impuestos específicos y/o reducir la informalidad, pero probablemente no sean suficientes. Sheinbaum parece que seguirá, al menos al inicio de su gobierno, la estrategia de López Obrador de no implementar una reforma fiscal pese a las grandes presiones en el gasto público y, en lugar de ello, buscará hacer eficientes los trámites a través de la tecnología y mejorar los procesos en las diversas aduanas del país.

VEREMOS Y DIREMOS.

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