Por Fernando y Misael Ulloa
De niño vendía paletas de hielo, de adolescente se dedicó a la venta de elotes cocidos y en la actualidad recolecta plástico por las calles de la capital nayarita.
Su nombre es Camilo Robles Navarro, nació en el estado de Zacatecas, en el municipio de Valparaíso, pero a la edad de 3 años sus padres se vinieron a radicar a la ciudad de Tepic y 60 años después la capital nayarita sigue siendo su casa.
Todos los días Camilo a temprana hora sale de su domicilio particular en busca de botellas de plástico para posteriormente venderlas y así obtener una ganancia que va de los 70 a los 100 pesos diarios.
Aseguró que una de las zonas donde más logra recolectar botellas de plástico, es el primer cuadro de la ciudad, es por ello que ahí permanece durante horas.
Comentó que los comerciantes y las mujeres que laboran en las tiendas departamentales de la zona centro de Tepic ya lo conocen y de vez en vez le ofrecen un poco de alimento y agua.
Comentó que de joven sí tuvo varias novias, pero aclaró que nunca se casó y ahora vive al lado de su hermano, quien también se dedica a la recolección de plástico.
Recordó que hace más de 30 años durante una visita que realizó a la ciudad de León, Guanajuato, cerca de la central de autobuses unos tipos lo asaltaron y para poder despojarlo de sus pertenencias le lanzaron thinner a la cara, lo que le dañó su ojo derecho: “Tengo queratitis y necesitó que me apoyen, tengo mi domicilio en calle República de Argentina número 11 en la colonia Menchaca, agradezco su apoyo”.
Antes de concluir la entrevista, Camilo Robles Navarro refirió que desde hace más de 10 años se siente solo en la vida, pues dijo que sus padres ya perecieron y su hermano con el que convive en el mismo domicilio en ocasiones lo corre de su casa.