Tremenda fue la zarandeada que se llevó el América en la cancha de Toluca.
Recibir cuatro goles justo antes del play-in fue un mazazo que el entrenador André Jardine y sus pupilos tendrán que asimilar y transformar en una lección útil para buscar el tricampeonato, que ahora mismo se ve poco probable.
Lo que más preocupa a los americanistas es el pobre desempeño defensivo. En contraste, el Toluca está convertido en un trabuco con equilibrio, un portero solvente, un armador inteligente y un goleador implacable. Paulinho se ha convertido en la mejor contratación del torneo. Un gran acierto de la directiva escarlata. El partido de marras tuvo nombre y apellido: Alexis Vega. Excelso desempeño del atacante, que está de vuelta en la Selección.
Por su parte, el Cruz Azul estuvo a punto de perder frente a los Tigres. No por eso deja de ser el principal candidato para conquistar el título. Fue inconcebible que la defensa norteña dejara pasar una pelota cruzada que remató de palomita el siempre certero Ángel Sepúlveda, que ha sido convocado con todo merecimiento a la Selección Nacional para los partidos de la Liga de Naciones de CONCACAF. Ya desde la convocatoria anterior, el atacante cementero tenía más méritos (y goles) que el naturalizado Germán Berterame.
En la Liga de Expansión fue conmovedor ver viajar a Pachuca a 2 o 3 mil personas partidarias del Atlante para apoyar a su equipo frente a los Dorados, teniendo una desventaja de dos goles, producto del marcador en contra en el partido de ida.
A esos aficionados no les importa que no haya ascenso con tal de seguir a su equipo adonde sea y sentir pertenencia e identificación con una causa y un escudo de larga tradición en el balompié nuestro. Conmovedora solidaridad.
El equipo azulgrana dominó todo el partido, mientras que los dirigidos por El Loco Abreu se dedicaron a defender la ventaja. La acabaron perdiendo.
El Atlante está en semifinales para satisfacción de su grey, fiel, aguantadora y casi masoquista.