De 42 años de edad, 15 de los cuales ha trabajado en el Poder Judicial Federal, ahora mismo en el Tribunal Colegiado de Apelación en Tepic, Antonio Calderón Espinosa es candidato a magistrado federal por Nayarit.
“Siempre me he regido por los principios de honestidad, profesionalismo. Así me he conducido en todos los ámbitos, en mi trabajo, con mi familia, con honradez”, indica en un encuentro con este reportero.
Calderón Espinosa comenta que se está a lo que decidan las personas el día de la elección, que lo han recibido bien en los recorridos que ha hecho por distintos municipios del estado.
Señala que él ofrece lo que considera lo más importante para la sociedad: que si llega a ser electo, será un magistrado con absoluta responsabilidad en el cargo, imparcial en sus resoluciones, con el conocimiento que le han dado sus varios años de abogado litigante y después como funcionario judicial, incluso secretario de acuerdos en diversos juzgados de Distrito en el país y en Tribunal Colegiado.
Lo anterior le ha permitido observar, por ejemplo, cómo hay regiones del país, caso concreto en Sinaloa, donde son elevados los expedientes por temas inmobiliarios, mientras que en Oaxaca proliferan los asuntos agrarios, en tanto que en Nayarit la existencia de la prisión federal El Rincón motiva muchos procesos dada la reclusión de personas de diversas partes del país.
Entre los estudios alcanzados, Calderón Espinosa cuenta con una maestría en derechos humanos y democracia, una especialidad en derecho del trabajo y justicia laboral, así como en perspectiva de género, pero especialmente detalla su doctorado en el que analizó la desigualdad estructural de las mujeres respecto a los hombres cuando ambos son llevados a juicio en un mismo asunto de alto impacto, como podría ser delincuencia organizada o secuestro.
Abunda que para la elaboración de su tesis de doctorado, analizó 43 sentencias de todo el país dictadas entre julio del 2011 y junio del 2016 en las que puso especial atención a la edad de las mujeres, la relación de parentesco con otros imputados, su actividad laboral, ingresos económicos, estado civil, nivel de estudios, si formaban parte de una etnia, o el papel que se le atribuyó en el evento delictivo, entre otros aspectos.
Así por ejemplo, se encontró con operativos de aseguramiento de armas que llevaron a la detención de varias personas, entre ellas alguna mujer, pero sin analizarse si se trataba de la esposa, hija, mamá o hermana de un delincuente, pero de cualquier forma enfrentaban la misma imputación.
O el caso de mujeres cuya tarea era hacer la comida a secuestradores y víctimas, pero en condiciones en que prácticamente les resultaría imposible oponerse, y sin embargo llegaban a enfrentar cargos por secuestro y condenas altas.
Calderón Espinosa concluyó que en los procesos no se visualizaron esas circunstancias de desigualdad estructural, por lo que propuso un método para tomar en consideración tales factores y dictar penas menores o la no responsabilidad de una mujer que por cuestiones de su círculo de vida queda inmersa en esa problemática.
La tesis fue titulada “Mujeres y Delincuencia Organizada. La Desigualdad Estructural como causa de Inculpabilidad, una respuesta con perspectiva de género en las sentencias penales. Pruebas y Obligaciones Procesales.”
Por último, en este proceso de campaña, el abogado responde que no cuenta con apoyo político, ni lo ha buscado, por lo que apela a insistir que de ser electo magistrado federal continuará desempeñándose con total responsabilidad, como ha sido su formación personal y profesional.